El renacido Giro Women ofrece vacante al trono de Van Vleuten

Nueva denominación. Misma esencia. RCS, empresa organizadora del Giro de Italia, tomó las riendas para dirigir también la carrera femenina, que desde esta temporada se llama Giro d’Italia Women. La cita, que pretende incorporar ese lavado de cara que también sufrió el Tour de Francia Femenino, con la intención de eliminar las diferencias organizativas entre prueba masculina y femenina, echará a rodar desde este domingo (hasta el 14 de julio) por las calles de Brescia, con una contrarreloj individual.

Una vez establecidas las primeras diferencias, llegará el fuego real. Ahí, la media montaña será la gran protagonista, con recorridos rompepiernas que serán la tónica. La excepción serán los dos días con previsible desenlace en forma de volata, y las jornadas de montaña, con una etapa reina muy diferenciable. El encadenado de Passo Lanciano y Blockhaus, cima que acogerá el final de la séptima etapa, se prevé decisiva, además de necesaria, tal como hicieron en los últimos años las otras grandes citas del calendario (Tour y La Vuelta) al incluir ascensiones como Lagos de Covadonga y Tourmalet.

Un trono vacante

No será este el único punto de inflexión que tendrá este año la ronda italiana. Y es que después de dos años, la segunda corredora más laureada de la historia de la carrera (sólo superada por la ‘Pantanina’ Fabiana Luperini), con cuatro títulos, cederá su corona tras salir campeona de las dos últimas ediciones. Hablamos, cómo no, de Annemiek van Vleuten, que en esta ocasión no participará tras dejar el profesionalismo a la conclusión de la pasada temporada. Así las cosas, será Liane Lippert quien asuma el liderazgo del Movistar, aunque su rendimiento es una incógnita en una temporada en la que ha competido poco por culpa de las lesiones. Los triunfos de etapa, la mejor opción de un equipo telefónico que únicamente tendrá a Sara Martín como española.

Por tanto, en la parte más alta de las quinielas, ante significativas ausencias como las de Demi Vollering (centrada en el Tour tras vencer en La Vuelta), Katya Niewiadoma y Ashleigh Moolman, figura Elisa Longo Borghini. La italiana, en plena madurez deportiva a sus 32 años, ya sabe lo que es subir al podio del Giro en dos ocasiones (2ª en 2017 y 3ª en 2020) y lleva una temporada sumamente regular, en la que no se ha bajado del podio en prácticamente ninguna cita del World Tour, incluida su victoria en el Tour de Flandes. Todo ello, aderezado con la superformación que presenta el Lidl-Trek con Elisa Balsamo, Lizzy Deignan, Lucinda Brand y la prometedora Gaia Realini, tercera de la general en 2023. Una apuesta segura.

Entre sus principales opositoras, figuran la francesa Juliette Labous (2ª el año pasado), la danesa Cecilie Uttrup Ludwig (4ª en 2020) y, principalmente, una Mavi García que se ha ganado el derecho a soñar por méritos propios. La mallorquina (40 años), tras un inicio de curso con dudas, llega pletórica de confianza tras sus buenos resultados en Itzulia (4ª) y Vuelta a Andalucía (1ª) para afrontar una cita en la que ya fue podio (3ª) en 2022. Ane Santesteban será la otra baza española, líder de un Laboral Kutxa que debuta en la carrera. Tampoco faltarán grandes nombres como los de Lotte Kopecky, que optará a la maglia ciclamino, Niamh Fisher-Black, Fem van Empel y Grace Brown, especialista contra el crono y principal candidata a la primera maglia rosa. A superar, ocho días de competición (uno menos que en 2023), 858 km y más de 12.000 metros de desnivel positivo. A por ello.

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