El ausente Van der Poel, ‘clave’ en el triunfo de Pogacar
Tras conquistar la Amstel con un ataque definitivo en el Keutenberg, el esloveno reveló quién le aconsejó: “Van der Poel me dijo que atacara allí”.
Que Tadej Pogacar conquistase la Amstel Gold Race no es ninguna sorpresa, ya que el esloveno partía como gran favorito y cumplió los pronósticos. No por eso deja de tener mérito, y más por la forma en la que se impuso. A 28 km de meta, el del UAE se fue en solitario hacia el triunfo tras atacar en el Keutenberg: “Puede asegurar que no fue nada fácil. Sufrí”. Era una de las cotas más exigentes, aunque todavía restaba una importante distancia a meta y más en una prueba que se suele decidir en los últimos años. ¿El motivo de atacar en ese punto exacto? Un consejo de un ganador de la prueba: Mathieu van der Poel, triunfador de la carrera de la cerveza en 2019. Me envió un mensaje hace tres días diciéndome que atacara ahí. Se lo agradeceré”, reveló Tadej en la meta de Valkenburg.
Todo ello apenas unas semanas después de haberle dejado al neerlandés sin la gloria en el Tour de Flandes. Habla del buen ambiente y sintonía entre dos corredores que se han repartido los tres Monumentos disputados esta temporada: dos para Van der Poel (Milán-San Remo y París-Roubaix) y uno para Pogacar (Tour de Flandes). El domingo será turno para el cuarto, la Lieja-Bastoña-Lieja, pero el neerlandés y Van Aert ya dieron por finalizada su campaña de clásicas. El presumible duelo será entre Pogacar y Evenepoel. Antes, Tadej tendrá una cita exigente en la Flecha-Valona este miércoles, con el famoso muro de Huy para acabar en la segunda prueba del tríptico de las Ardenas: “Sí, estaré”, afirmó, disipando dudas de una posible ausencia.
Pogacar tiene ante sí un reto mayúsculo: conquistar el tríptico de las Ardenas. Suma once victorias en 2023, está a un nivel excelso y no es descabellado que se lo plantee. Obviamente, lo más complejo para él es la Flecha-Valona, porque ya ganó en Lieja. Ese triplete en las Ardenas solo lo lograron dos corredores en toda la historia: Davide Rebellin en 2014 y Philippe Gilbert en 2011, que además venía de ganar pocos días antes la Flecha Brabanzona. “Con este corredor, cualquier expectativa que tengamos es lógica porque es candidato a ganar absolutamente todo. Somos optimistas y realistas en el sentido de que contamos en estos momentos con el mejor ciclista del mundo”, conto Matxin, mánager del UAE de Pogacar, en la Pica de AS tras la conquista de su pupilo en el Tour de Flandes. No iba de farol.