TOUR DE FRANCIA

El ángel de la guarda de Pogacar

Joseba Elguezabal, masajista en el UAE, es uno de los grandes apoyos y una parte inseparable para Tadej: “Conmigo tiene que estar lo más protegido posible”, dice el vasco.

Carcasona
Jesús Rubio (AS)

Tadej Pogacar llegó al equipo UAE en 2019, dando el salto al World Tour tras estar previamente en equipos continentales eslovenos. Joxean Matxin, mánager del equipo, le vio preparado para ello pese a que tan solo tenía 20 años. También en ese 2019 recaló en el UAE Joseba Elguezabal. El masajista vasco, de 41 años, es la sombra de Tadej. Cuando el esloveno cruza la línea de meta, allí está Joseba. Cuando Tadej necesita líquidos, sales, reponer. También está Joseba. Tras cada etapa, y una vez en el hotel, se encarga de dar cada día el masaje de recuperación al corredor. Siempre juntos.

“Al final tengo que entender lo que necesita, y ya tras tanto tiempo juntos nos conocemos bien. Conmigo tiene que estar lo más a gusto y protegido posible”, cuenta Joseba a AS. Desde 2009 está ligado al mundo del ciclismo, tras pasar “una larga y agradecida etapa” en el Caja Rural, también estuvo inmerso en el mundo del fútbol, con equipos como el Athletic Club, en especial en la base. Javier Mínguez, anterior seleccionador de la RFEC, y Pascual Momparler, el actual, también confían en él para formar parte del equipo en Mundiales, Juegos Olímpicos.. pero eso es cuando no está con Pogacar.

Joseba Elguezabal posa para AS en este Tour de Francia (Jesús Rubio).

“Los dos llegamos al UAE en 2019 y en sus primeras carreras, como cuando ganó en la Volta al Algarve y su posterior explosión deportiva, apenas coincidíamos. Fue a partir de La Vuelta de ese año (Pogacar hizo tercero y conquistó tres etapas) cuando los dos nos sentimos bien y Matxin vio que funcionábamos juntos. Y así seguimos”, cuenta el vasco, que ve a Pogacar todavía con posibilidad, en el aspecto muscular, al tener aún 23 años. “Tiene bastante margen fisiológico. Cada vez está mejor”, dice, y detalla sus sistemas de trabajo: “Me encargo de que sea un masaje recuperativo, pero no solo de piernas, como antes que se centraba todo en esa parte, sino en todo en el cuerpo. Hay terapias nuevas que vamos adquiriendo, pero los rivales también”.

Desde que trabajan juntos, una de las tardes más complicadas fue la del pasado miércoles, cuando Pogacar cedió el maillot amarillo en el Col du Granon. “Fue un masaje diferente, porque no estamos acostumbrados a esta situación. Supimos encarrilarlo y dimos la vuelta a la situación. Además, todavía queda carrera”. Tanto en el UAE como el propio Joseba confían en que su estrella pueda revertir la situación. “El pasado, lo que ha hecho, ahí está. El presente veremos, y el futuro nadie lo sabe. Virus, caídas, lesiones… espero que todo siga bien y Tadej mantenga el camino que lleva”, dice Joseba, un gran apoyo para Tadej.

Joseba Elguezabal muestra sus manos, con las que trata a Tadej Pogacar (Jesús Rubio, AS).

“Quizás de lo que menos hablamos es de ciclismo. Que le voy a decir yo… es Pogacar. Es cercano, amable y feliz, y así se muestra ante todo el mundo, pero también es una persona concentrada que sabe lo que quiere. Cuando toca estar serio, él es el primero en estarlo”, destaca uno de sus pilares. Joseba pasa “230 días” fuera de casa al año entre carreras y concentraciones, la mayoría de ellos junto a Pogacar. Tiempo de sobra para conocerse bien.

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