Adiós a tres clásicos: Sastre, Chente y Cuesta

Este año dejan el pelotón tres grandes veteranos: Carlos Sastre, Íñigo Cuesta y Chente García. Entre los tres acumulan 50 temporadas y 80 participaciones en las grandes rondas. Chente tiene el récord español de intervenciones en el Tour, doce, compartido con Indurain. Cuesta, el récord absoluto de apariciones en la Vuelta, con 17, sólo superado por el italiano Wladimiro Panizza y sus 18 participaciones en el Giro.

Los tres han sido reconocidos modelos por su profesionalidad y por su especialización como gregarios. Si bien, Sastre logró dar el salto de calidad para transformarse en líder y ganar el Tour 2008. "Carlos tiene más calidad, es escalador y lo supo aprovechar", razona Chente. "Yo también sentía satisfacción ayudando a ganar a otros", asegura Sastre. "No estaba preparado para hacerlo yo. Pero eso me ayudoópara aprender a ganar y, como no soy conformista, lo intenté cuando llegó el momento".

"Más que un líder, Sastre es un compañero y un amigo", dice Cuesta. "Íñigo tiene mucha calidad y a mí me habría gustado conocer cuál era su límite", cuenta Sastre. "Pero a él le daba más satisfacción ayudar que tener la responsabilidad".

"El papel de gregario te viene sin darte cuenta", dice Cuesta. "Pero en mi caso yo lo asumí sin traumas. Sentía que mis compañeros valoraban mi trabajo y disfrutaba con sus triunfos como si fueran míos".

Chente, que a los 16 años ya medía 1,86, se infló a ganar carreras en categorías inferiores. "En aficionados ya no lograba tantas y en profesionales me di cuenta que para vencer había que ser un fenómeno. Yo supe encontrar mi sitio, realizar mi trabajo y aprovechar mis oportunidades. Tengo pocas victorias, pero muy buenas", entre las ocho, dos etapas en el Tour y otras dos en la Vuelta. "Yo he sido feliz. He trabajado en lo que más me ha gustado. Me siento un privilegiado". Con parecidas palabras, este es también el sentimiento de Sastre y de Cuesta.

De vacaciones.

Ninguno de los tres siente aún que se ha retirado del ciclismo. "Hasta ahora la sensación es similar a la de cualquier invierno. Como si estuvieras de vacaciones. Únicamente que si hace mal tiempo, pues no sales a entrenar. Supongo que cuando empiecen las carreras comenzaré a tener morriña", lo dice Cuesta, pero vale para los tres.

Y también coinciden los tres en no plantearse por el momento qué van a hacer en el futuro y si van a seguir ligados al ciclismo. "Ahora toca descansar, disfrutar de la familia. Ya veremos". Los tres tienen bien merecido el reposo.