"El próximo va a ser mi último año; todo debe tener un final"

Se escapó otra oportunidad, Óscar.

Sí, lo intentamos. Boom me ha subido a la cabeza del pelotón antes del sprint, pero me ha dejado lejos y los que venían detrás aprovecharon el impulso para rebasarme.

¿Qué le pasa? ¿Faltan fuerzas?

No, me noto que cada día estoy mejor. Pero hoy me quedé en el último puerto y para enlazar hice un gran desgaste. Mi compañero Gárate se quedó a esperarme y me ayudó mucho. Suerte que también estaba con nosotros Cancellara, que nos echó una buena mano. Pero aún así, he pagado el esfuerzo en el sprint.

(En ese momento llega su hijo Marcos en los brazos de una azafata).

¿Has ganado, papá?

Esta vez no.

(Freire sonríe y coge en brazos a su hijo mayor, que se muestra sorprendido de ver una nube de los fotógrafos disparando sus cámaras, aunque no se corta cuando le piden que bese a su padre. Una vez se va Marcos, continúa la charla).

¿Espera ganar una etapa antes de que acabe la Vuelta?

Pues ya lo veo difícil. Esta de Caravaca era la última oportunidad, porque ahora vienen etapas muy duras.

Y usted no va a disputar toda la Vuelta, ¿no?

El equipo quiere que continúe hasta Madrid, pero yo creo que tengo que bajarme unos días antes para completar mi preparación para el Mundial con algunas pruebas más específicas. Mi idea es retirarme en Granada.

Parece que ya piensa en despedirse del ciclismo.

Sí. El año que viene tengo contrato con el Rabobank, pero casi seguro será el último. Serán con esa trece temporadas en la bicicleta y pienso que ya es hora de pensar en colgarla. Todo tiene que tener un final. En todo caso, al empezar nunca pensé que podría conseguir tantas victorias.