Menchov se agiganta y Armstrong queda tocado

Alpe di Siusi, montaña dolomítica de 25 km, empezó a poner las cosas en su sitio en este Giro del Centenario, que ayer, precisamente, cumplió los cien años. Pero no nos precipitemos, algunos de los que parece que ahora se salen no estarán al final. Ganó Denis Menchov, Di Luca le quitó por la bonificación la maglia rosa al sueco Lövkvist, pese a que se resistió y acabó tercero, Carlos Sastre y David Arroyo nos mostraron que están listos para la pelea y Armstrong perdió casi tres minutos (2:58) y quedó bastante tocado.

¿Hundido?

Le han metido una buena estocada, pero es sintomático que cuando Lance quedó descolgado, Rubiera, Navarro y Braj­kovic se quedaran con él y le ayudaran a superar el sufrimiento en esos 5 km hasta la cima. Señal de que el equipo espera algo de él. Habrá que aguardar acontecimientos.

Lo que sí parece muy claro es que Ivan Basso se siente el capo de este Giro. Sus compañeros de Liquigas fueron los que imprimieron el fuerte ritmo de ascensión que terminó rompiendo a Armstrong. Y cuando se quedó sin gregarios (a 3 km de la cima), fue el mismo Basso el que tomó el mando del grupo cabecero y sólo aguantaron su rueda tres corredores: Di Luca, Menchov y Leipheimer; si bien Sastre, Arroyo y Lövkvist, entre otros, recuperaron aire y volvieron a los puestos de cabeza.

Sastre sorprendió con un ataque a 600 metros, pero tras él salieron como motos Menchov y Di Luca. El ruso de Pamplona ya ha ganado etapas en el Tour (1), la Vuelta (4) y el Giro (1); sólo hay siete ciclistas en activo que puedan presumir de esto. Denis corrió el Giro el año pasado sin convicción, para preparar el Tour, y quedó quinto. Le gustó y esta vez viene mucho más motivado.