Contador esquiva una caída y salva el liderato

Ayer lució el sol en la París-Niza, pero no faltó otro factor habitual en la carrera: la tensión. Abanicos, caídas. A 2,5 km de meta Contador se vio involucrado en una montonera. Aprovechó un plano de televisión para lanzar una sonrisa a la cámara al tiempo que levantaba el pulgar hacia arriba. Un mensaje de tranquilidad para su familia, sus amigos, sus fans. No pasó nada, ni siquiera perdió tiempo. Los retrasos por accidentes a 3 km de meta no cuentan para la general.

Ganó el alemán Heinrich Haussler, 25 años. Una campaña en el T-Mobile y cuatro en el Gerolsteiner ayudando a otros en los sprints. Ahora, en el Cervelo de Carlos Sastre, tiene plaza puntera y lo aprovecha: dos etapas en el Algarve y la de ayer. Venció muy sobrado, con tiempo para celebrar.

Más accidentados.

Sí salieron contusionados Erviti, Samuel Sánchez y Verdugo, en el mismo accidente, y Arrieta y Gómez Marchante, en otra caída. Las lesiones de Erviti y Marchante son las más preocupantes. El primer incidente, a 50 km de meta, ocurrió en el momento de mayor tensión del viaje. Soplaba el viento, se sabía que pronto iba a dar de costado y había tortas por ganar la posición delantera. El Rabobank apretaba para ver si pescaba algo. Evans, Pereiro y Karpets, entre otros, se quedaron cortados, pero recuperaron cuando volvió la calma.

Allí murió también la escapada del día. Cuatro hombres, entre ellos Aitor Hernández.