Ventana de verano

Veamos dónde lo dejamos el pasado 24 de febrero, justamente el día que Vladimir Putin decidió invadir Ucrania. España es segunda del grupo G de clasificación para el Mundial 2023 con tres victorias y ninguna derrota. Después de aplastar en su debut a Macedonia en Skopje (65-94), superó con solvencia en Jaén a Georgia (89-61) y, ya en febrero, jugó un partido con la emoción a flor de piel, precisamente contra Ucrania, a la que superó por 88-74. Este viernes retoma la competición en ante Macedonia (19:30 horas) en Zaragoza, donde empieza una serie de tres partidos básicos para situarse estratégicamente en una posición de privilegio para empezar la segunda fase, en la que esperan Italia, Países Bajos e Islandia, con pie y medio en el mundial.

Antes de viajar a Tiflis, España espera resolver el partido ante Macedonia, despeñada en la clasificación, con un ejercicio profesional. Sin los NBA, a los que finalmente Scariolo prefiere tener desde le primer día de la concentración de agosto previa al Eurobasket, el italiano mantiene el bloque que tantos éxitos le ha dado en este trago que son los partidos de clasificación que, sin embargo, la Familia ha convertido en una misión que se toma con seriedad y con una ilusión que, en ocasiones, tiene resultado. Véase a Quino Colom, que apareció en la Selección casi como un meritorio y siempre podrá decir que es, por derecho, olímpico y campeón del mundo. Es el único, por cierto, de una lista en la que también están clásicos como Jaime Fernández o Sebas Sáiz, a quien la pandemia complicó los viajes desde Japón por las continuas restricciones, pero que mantiene inquebrantable su compromiso con el grupo. A los clásicos se han ido incorporando jugadores que han cogido un mayor peso específico como López-Arostegui, anotadores como Brizuela, jugadores en progresión como el zurdo Joel Parra y gladiadores. Yankuba Sima hizo de Sebas Sáiz contra Georgia y se ha quedado en un grupo.

Es obvio que la morfología de esta Selección será muy distinta en el Eurobasket, en el que Scariolo aspira a tener a su gran capitán, Rudy, y también a Llull, los Hernangómez, Garuba e incorporaciones como la de Lorenzo Brown si se cierra el proceso de nacionalización, pero esta vez hay más huecos disponibles y de los momentos de forma y la pasión con la que jueguen los internacionales estos tres partidos pueden salir jugadores con muchas papeletas para estar en en el debut del Eurobasket el 1 de septiembre en Tiflis.