Moneke concede la victoria al Baskonia ante un gran Zunder
Los castellanos dieron la cara ganando el primer cuarto y empatando el segundo y también el tercero, pero al final se impuso la lógica en un Buesa medio desierto. Parcial final de 32-14.
El Baskonia buscaba, con la baja de Matt Costello por esguince de tobillo, sumar una nueva victoria aunque también sacar una renta contundente de cara a los averages para meterse en la Copa del Rey de Málaga. Este partido tendría que jugarse el 22 de diciembre, pero los vitorianos tienen cita con el EFES en la Euroliga y no llegarían a tiempo para disputarlo. La situación del Zunder Palencia es aún más preocupante. Sólo una victoria en la Liga ACB en la presente temporada y más un padecimiento que un disfrute en la máxima categoría. Ya en pretemporada, el equipo vitoriano fue muy superior al palentino. Pero, por ejemplo, Pasecniks todavía no había llegado. En cualquier caso, los castellanos cayeron con la cabeza muy alta (94-82) y demostraron unas grandes ganas y ansias de progresión (74-73, min. 32).
Los clubes de LEB Oro se ilusionan siempre por jugar en la ACB pero es mejor, en muchos casos, ser cabeza de ratón que cola de león. En el banquillo del Buesa se sentaron el autóctono Alberto Padilla y el pepinero Fran Hernández. Ambos cubrieron el hueco dejado por Marco Justo, que fue cesado porque los palentinos sólo habían sido capaces de superar al Breogán en lo que va de temporada. Y ya estamos a mediados del mes de diciembre. 2023 toca a su fin. Enfrente, un Baskonia que venía de ganar al Fenerbahçe, Estrella Roja y Lenovo Tenerife. Pero el Palencia tiró de orgullo y demostró su carácter ante poco más de 6.000 personas. Ese trabajo y los automatismos hay que apuntárselos al técnico saliente ya que a los nuevos no les ha dado tiempo para introducir nuevos conceptos. Llegaron a ir 12 puntos arriba con el 29-41 del segundo cuarto.
El Palencia dio la cara desde los primeros compases (14-20 primer acto y 37-43 al descanso). En el deporte no te puedes relajar porque te cortan la cabeza. Bien es cierto que los hombres importantes de Ivanovic vieron el partido, en la mayoría de los minutos, desde el banco pero el Zunder tiró de la inspiración de Whittington y, en menor medida, de Franke, Van der Vuurst y Pasecniks para llevarse la primera entrega. Compareció Ndiaye, que está cedido por el equipo vitoriano en tierras castellanas y que jugó casi 2 minutos en el primer cuarto. La tensión que arrastra el equipo de Ivanovic, con dos competiciones muy exigentes, es comprensible pero en los tres primeros actos tuvo poca defensa o concentración. Quizás había calculado tener al rival a la vista y controlado para luego avasallarle en la recta final.
El parcial del segundo cuarto terminó empatado a 23. Marinkovic fue el más inspirado en el equipo local, bien escoltado por Dani Díez, Kotsar y Moneke. Este último, además, ayudaba mucho desde el rebote. En los visitantes, Chumi Ortega se unió en materia de anotación, y desde el punto de vista de equipo se notó el orgullo de castellano viejo en los rebotes (15/19) o en la valoración general (31/50). El partido del Baskonia, en líneas generales, era muy flojo y el Zunder lo aprovechaba consciente de que podría acabar cayendo. Pero con la cabeza muy alta y con mucha dignidad.
Markus Howard empezó a activar la fábrica de meter (cojo perdido), Kotsar siguió en su línea de esfuerzo y Marinkovic fue bastante efectivo desde el tiro exterior. Moneke, que no distingue entre rivales, también activó la respuesta de los vascos. Pero el tercer cuarto, de nuevo, terminó empatado, en este caso a 25. Franke, Haarms, Whittington y Ortega seguían siendo los jugadores que más aportaban en ofensiva en el equipo palentino. El que pensara que el Zunder era pan comido por ser farolillo rojo, estaba muy equivocado. Y lo de conseguir una diferencia sonrojante para allanar el pasaporte para la Copa, también (62-68, final de la tercera entrega). Pero los de Ivanovic se pusieron las pilas, con un Chima Moneke eléctrico, en el cuarto final (32-14) y se acabó la fiesta.
Un triple de Codi Miller-McIntyre dio la vuelta al encuentro (74-73, min. 32). Luego llegaron Moneke (29 puntos al final) y Howard para aumentar las distancias (80-73, min. 34). A partir de ahí, el encuentro se resolvió sin grandes problemas debido a la superioridad local pero el susto ya estaba en el cuerpo. Cuando no se respeta a los rivales, llegan los escalofríos. Sensacional comportamiento del último clasificado de la Liga ACB en la capital vasca. Hay que comprender que el equipo palentino está en un momento muy duro con el cambio de entrenador aunque los jugadores dieron la talla ante un rival de Euroliga. Lo de Chima Moneke es ya, para estudiar. 13 puntos al final de la tercera entrega y 29 al final. Mucha efectividad en los tiros libres y triple doble con puntos, rebotes y faltas recibidas.
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