Un clásico moderno

Hace tiempo que los partidos entre Barça y Anadolu Efes se han convertido en un clásico moderno de la Euroliga. Dos de los equipos más potentes del continente, con el Real Madrid siempre en esa terna, que son año a año candidatos a ganar la competición. Efes suma dos consecutivas en dos finales contra Barça y Madrid, convirtiéndose en el rival a batir. Como cada temporada han empezado de forma irregular, pero como cada temporada son uno de los equipos con mayor potencial del continente. La batalla en Estambul está servida.

El Barça viaja a la capital turca en un momento de forma y resultados magnífico. Son ya diez victorias en los últimos once partidos, habiendo derrotado a equipos de la talla de Fenerbahce, Valencia, Maccabi o Real Madrid. Un Barça más hecho, más compacto, donde los jugadores llamados a ser importantes están dando un paso al frente. Satoransky está cada vez más entonado, Kalinic es ese jugador complementario ideal para cualquier equipo y Vesely marca las diferencias en la pintura. Laprovittola sigue en un momento magnífico, Higgins está recuperando su forma y los más jóvenes, como Jokubaitis, Da Silva o Nnaji demuestran partido a partido que se puede contar con ellos. A Estambul no ha viajado Mirotic, todavía lesionado, ni tampoco Kuric. El norteamericano debía viajar ya con el equipo, tiene el alta desde el cuatro de noviembre, pero sintió unas molestias en el hombro derecho en el último entrenamiento antes de partir hacia Turquía. A la espera de pasar pruebas médicas, se quedó en Barcelona.

Anadolu Efes, en cambio, llega con dudas al partido. Son tres las derrotas seguidas en Europa pero, como dijo Jasikevicius en la previa, “están en una situación en la que se sienten cómodos”. Y es que en las últimas dos ediciones, que las han ganado, han hecho exactamente lo mismo: tras un inicio irregular, Ataman ha logrado confeccionar un equipo ganador. Nada hace pensar que este año vaya a ser distinto, pues el técnico turco tiene todavía más recursos a su alcance.

La principal duda del lado turco para el partido de esta tarde es la participación de Larkin. El norteamericano podría jugar, pero tiene bastantes más números de quedarse fuera. Y la realidad es que, pese al indudable talento y capacidad del jugador, poco importa. Ataman maneja una de las plantillas más amplias y con más talento de Europa, capaces de derrotar a cualquiera. Micic y Clayburn, fichado este verano, son el epicentro del juego ofensivo del equipo, pero muy bien acompañados de otros jugadores de gran talento. Bryant o Beaubois siempre suman puntos y, por dentro, con Zizic y Pleiss son una amenaza para cualquiera. También para el Barça.

Y luego está Ergin Ataman. El peculiar, por decirlo suavemente, entrenador de Efes. Montó una escena el año pasado en el Palau cuando se negó a abandonar la pista una vez fue expulsado. Y esta misma semana, dirigiendo a Turquía, tuvo otro altercado con Pesic. Un entrenador que no deja indiferente a nadie y que nunca sabes por donde puede salir si se calienta el partido. Jasikevicius, contra él, disputará hoy su partido número 200 como entrenador del Barça.