Sólo con Vesely no es suficiente

El Barça jugó dos partidos en Milán. Uno el equipo, otro Jan Vesely. El colectivo fue irregular, con demasiados minutos de desconexión, desacertados en ataque y de menos a más en defensa. Desquiciados, con hasta cuatro técnicas y dos eliminados, siempre a remolque del Milán. Y otro Jan Vesely. El pívot checo dio un espectáculo, ofensivo y defensivo, confirmando que no solo es un hombre imprescindible en este Barça, sino que es uno de los mejores jugadores del continente. Siempre fiable, siempre concentrado, sus 28 puntos no fueron suficientes para tumbar a Milán. Sin capacidad exterior (4 de 18 en triples) y una empanada monumental en la primera mitad, el Barça sumó su sexta derrota.

Uno de los retos que tenía el Barça en Milán era minimizar los momentos de desconexión que sufre el equipo, esos que les cuestan partidos. Y pese a arrancar bien el encuentro la segunda parte del primer cuarto fue un drama. Un parcial de 14-2 para los locales ante la incapacidad del Barça para anotar. Acabaron el cuarto con un 5/13 en tiros de dos y sin ningún triple, evidenciando los problemas en ataque. Jugó Laprovittola, claramente falto de ritmo, y cuando dejaron de entrar las canastas de Vesely al Barça se le apagaron las luces. Al final del primer período la valoración global fue de 34 a seis, constatando la inferioridad azulgrana. Con un arbitraje más que riguroso, que cargó rápido al Barça de faltas, empezaron el partido por detrás.

La mejor noticia para los de Grimau es que la cosa sólo podría mejorar. Porque no es que Milán estuviese jugando un partidazo, sino que la diferencia (23-12) se cimentó sobre los fallos del Barça. Algunos groseros, impropios de un equipo de su nivel. Tampoco defendió excesivamente bien Milán, dejando la puerta abierta a recortar la diferencia por poco que hicieran los azulgranas.

Y las sensaciones mejoraron, también ligeramente los porcentajes, pero el Barça siguió con un problema grave desde fuera. También les faltó un punto de intensidad. Con Laprovittola lejos de su mejor nivel y sin Abrines se echó de menos más de Brizuela y Kalinic. Entre todo el equipo, en 20 minutos, solo habían tirado cuatro triples. Metió uno Parker. Con una mínima producción en ataque e indolentes atrás el marcador lógicamente siguió creciendo para Milán. Fue una primera parte para olvidar con ocho pérdidas (47-28).

El Barça corrigió en dos minutos todo lo que había hecho mal en los primeros 20. Metieron de fuera, Vesely siguió a lo suyo por dentro y subieron el nivel defensivo. Anotaron casi tanto en tres minutos como en todo el cuarto anterior. Y se metieron de lleno en el partido porque le complicaron mucho más los ataques a Milán (51–44). El pívot checo, una vez más, fue diferencial. Una barbaridad de jugador.

El último cuarto arrancó con una ventaja notable de Milán (59-49) y con Vesely en el banquillo. Los triples, que no entraron, penalizaron demasiado al Barça. Un 2 de 13 que decantó todavía más el marcador a favor de los de Messina a falta de poco más de cinco minutos (64-51). Y entró Vesely. El checo empujó a su equipo hacia la victoria, como de hecho hizo durante todo el partido, pero el equipo remó en contra. Un campo atrás favorable al Barça acabó con una técnica a Brizuela, expulsado por doble técnica, que acompañó a Laprovittola en el club de los eliminados (en su caso por cinco faltas).

Entraron los azulgranas cinco abajo a los últimos dos minutos, pero el poco acierto exterior les condenó. Lograron alargar el partido y acortar el marcador, pero nunca tuvieron un tiro para empatar o ganar el partido.