Sloukas hunde al Barça

El Barça encaraba esta doble jornada de Euroliga con el objetivo de asegurar la segunda plaza de la fase regular y ha acabado cuarto. Primero fue el naufragio generalizado ante Fenerbahce y después el festival de Sloukas para llevar a Panathinaikos a la victoria. El Barça aprendió la lección del miércoles y salió bien al partido, con un baloncesto ágil que hizo brillar a sus hombres importantes pero tras el descanso no hubo color. Sloukas hizo lo que quiso, Panathinaikos fue un rodillo y los azulgranas volvieron a mostrar su peor cara. Semana fatal del Barça.

Parece mentira que el mismo equipo que el miércoles arrancó con un 40-15 ante Fenerbahce pudiera empezar el partido contra Panathinaikos 24-40. Pero eso hizo el Barça de Grimau. Un plan claro, unos jugadores convencidos y una idea sencilla: correr y castigar a los griegos por dentro. Al inicio con una igualdad en el marcador que no reflejaba la superioridad azulgrana, pero que poco a poco fue mostrándose también en el electrónico. El Barça corrió y agotó al equipo de Ataman con un Satoransky superlativo. Todos estuvieron bien al inicio, pero el checo sobresalió.

El Barça atacó bien, fácil, anotando más mates que de costumbre. Y eso fue gracias a una defensa que apagó por completo las luces de los griegos. Primero con un parcial de 0-7, luego con uno de 0-17. Dos mazazos que consistieron básicamente en explotar las virtudes propias y aprovecharse de las debilidades del rival, muy lento en defensa. Con ayudas tardías y sin taponar los tiros, el ataque del Barça fue un festival. Willy dio buena cuenta de ello.

Pero Panathinaikos, al final, es un equipo de Euroliga. Y eso significa que tiene talento de sobra para complicarle la vida a cualquiera. Se rehicieron en parte antes del descanso, cuando se sentó Willy, pero aún se quedaron lejos en el marcador (34-46). Nada estaba ni mucho menos decidido tal y como demostró Sloukas. En un tercer cuarto impecable, bien escudado por Grant y Grigonis, los de Ataman le dieron la vuelta al marcador. Les empezaron a entrar los triples, empezaron a anotar fácil y todo gracias al griego. Llegó Sloukas este verano para reflotar a Panathinaikos y demostró tener la capacidad para hacerlo. Todo giró a su alrededor y los griegos empataron el partido (55-55).

Los problemas del Barça para tapar el tiro exterior de Panathinaikos quedaron más que patentes en el último cuarto, cuando los de Ataman anotaron demasiado desde el perímetro. En cambio, de los azulgranas, muy poco en ataque. Puntos vitales de Vesely y Abrines, pero ya a remolque (73-68). Con la grada encendida y alguna decisión arbitral controvertida, el partido se le puso cuesta arriba al Barça. Sin soluciones desde el banquillo, cada uno hizo la guerra por su lado. Y así es imposible. Más cuando en los locales brillaron todos. Sloukas por supuesto, pero también Nunn, Grant, Lessort y Mitoglou. Avasallaron a los azulgranas hasta la victoria final.

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