SASKI BASKONIA

Pierrià Henry, sancionado con cuatro años de suspensión

Todavía no hay comunicado del Baskonia. El caso, por el uso de un “método prohibido”, se inició con un control del día 3 de noviembre de 2022.

Vitoria
Paulino OribeDIARIO AS

La sanción al estadounidense Pierrià Henry es más por las formas que por el fondo. A principios de noviembre del 22, tras un partido contra el Maccabi, unos inspectores de la FIBA se personaron en el Buesa y sometieron al base a un control antidoping. El mismo dio un resultado de “no concluyente” pero eso se podía contrastar con el contranálisis. Tampoco trascendió si se hizo o lo que dio, no se comunicó nada aunque ahora no importa en absoluto. La realidad es que, al margen de lo que dijera la ciencia, lo que hace la FIBA es suspender al jugador por irregularidades con el protocolo de la orina y aplica un movimiento retroactivo hasta la fecha en la que dejó de ser jugador con derecho a competir, enero de 2023, que fue cuando se comunicó la suspensión. En aquella época también se habló de que su ausencia en los partidos estaba motivada por molestias en el soleo.

La FIBA, casi más de un año y cuatro meses después desde el control, ha hecho pública la sanción a Pi Henry. Una penalidad que se prolongará hasta el 2027, y que comenzó a contar en 2023. El base, que fue sancionado hace más de un año, ha alegado en numerosas ocasiones que él había actuado bien. Pero esta sanción ya es firme y así lo ha expresado la entidad federativa en su web. La decisión está en la página oficial de la FIBA. Nada más ser incriminado, se marchó unos días a Barcelona, regresó a Vitoria, recibió una ovación sentida por parte de la afición y luego se marchó a EEUU, a su casa. El Baskonia respeta la sanción, comprende la defensa que va a tratar de ejercer el jugador y recuerda que se trata de un deportista que ya no pertenece a la estructura de la entidad.

La Federación Internacional explica que Pierrià Henry incumplió el artículo 2.2 y usó un “método prohibido (orina sintética según todos los indicios). Es importante la distinción, ya que la sanción de FIBA habla de método prohibido, no de sustancia prohibida. La sanción es por 48 meses, y concluirá el 13 de enero de 2027, salvo que alguna alegación del jugador sea tenida en cuenta y así se reduzca el tiempo. No es un positivo propiamente dicho, es una acción penalizada por ser una práctica inadecuada. En otros deportes, como el ciclismo, las reacciones son mucho más contundentes por parte de todos los implicados. Suspensiones inmediatas en los equipos, notas de condena y, muchas veces, estigmatización del deportista al que luego le cuesta levantar cabeza.

No es la primera vez en la que la forma de funcionar es lenta y desesperante. Estaba claro que había alguna irregularidad porque, de lo contrario, se estaban vulnerando los derechos de un jugador que no podía vestirse de corto. En la Agencia Española Antidopaje no había información alguna sobre el caso Henry y cada vez que el Diario AS contactaba con ellos, comentaban que el asunto estaba en el tejado de la FIBA, que no les constaba nada. Varios meses después de aquel control, han trascendido las decisiones. El contrato se canceló en cuanto se desencadenó el caso, el 25 de enero más en concreto, pero luego hubo bastante muestras de apoyo basándose en la presunción de inocencia y en el cariño hacia el jugador. Pero la sanción está ya encima de la mesa es bastante grave.

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