Noche plácida en el Buesa Arena

Decimoquinta victoria del Baskonia en la competición continental ante el colista de la Euroliga. Todo lo bueno del partido lo hizo el equipo de Ivanovic pero también lo malo ya que permitió amagos de remontada a los alemanes. En el primer tiempo se puso 18 arriba y los teutones se acercaron. En el último cuarto, llegaron a estar 20 arriba y, cuando estaban jugando los hombres de banquillo, Dusko tuvo que volver a meter a su quinteto titular en la cancha para que no peligrara el triunfo. El domingo llega el Barcelona en Liga ACB y tenía que dosificar a sus efectivos pero también se vio obligado, al final, a cerrar el partido con cierta prestancia.

El Baskonia abrió una brecha en el primer cuarto que ya no fue capaz de remontar el Alba de Berlín. La primera canasta, en el poste bajo, fue de Wetzell pero Kotsar le respondió inmediatamente de forma similar. Habían transcurrido tres minutos y los de Ivanovic ya ganaban 10-2. Dominaban el rebote defensivo, trabajaban bien atrás y tomaban decisiones versátiles en ataque. Lejos de abusar del triple (la aportación de Howard era testimonial) realizó sistemas para soluciones diferentes (20-8, min. 7). Además, Codi Miller Mc-Intyre empezó a ponerse las botas en materia de asistencias. Habían transcurrido diez minutos y ya llevaba cinco, con una proyección final de veinte.

El equipo vitoriano siguió con la mecha encendida y abrió diferencias más amplias. Llegó a ponerse 18 arriba con el 32-14 y un Moneke efervescente. Para entonces, el Alba firmaba un paupérrimo 5/23 en tiros de campo. A poco que afinase la puntería, podría intentar una remontada. Y fue precisamente lo que ocurrió, con un Koumadje letal en la pintura gracias a su gancho de derecha. Sin Khalifa Diop en la rotación, no había manera de desactivarle. Los de Israel González llegaron a colocar el 40-34 llamando a la puerta de revertir el marcador. Pero un buen ataque resuelto por Moneke cerró el segundo cuarto con un 42-34. El Baskonia vivía de las rentas del primer periodo.

Wetzell y Marinkovic, buenos amigos desde la experiencia del primero en la estructura vitoriana antes de fichar por el Alba, propulsaron a sus equipos tras el paso por vestuarios. Kotsar fue en el tercer cuarto, por primera vez, al tiro libre y confirmó que ha cambiado su mecánica desde esa distancia. Algún técnico de la selección estonia ha aprovechado su estancia en las últimas ventanas FIBA para convencerle que se olvide de la mano izquierda cuando vaya a esa distancia. Hizo 1/2 en esa serie. Los de Ivanovic aprovecharon para estirar un poco la goma (54-44, min. 25) y llegaron al final de la tercera entrega, de nuevo, 16 puntos arriba. Matt Costello cerró ese ciclo con dos meritorios tapones en su propia canasta. Augurio de una noche relativamente plácida en el Buesa.

Howard afrontó el último cuarto con 0 puntos pero consiguió su primer triple nada más comenzar el mismo. En el 32, el Baskonia alcanzó su máxima diferencia al ponerse 20 arriba (69-49). Ivanovic fue sentando a su quinteto titular e Israel González dio minutos al joven Rapieque, que entró en el partido como un ciclón y anotaría 11 puntos en un abrir y cerrar de ojos. El Alba se acercó con el 80-71 pero dos triples de Marinkovic cerraron la noche de manera definitiva. Parecía que Joseba Querejeta estaba en la situación propicia para debutar en Euroliga pero todavía tendrá que esperar. Dani Díez tampoco saltó a la cancha por decisión técnica. Lo de Chiozza era cuestión de gripe.