Westbrook no se hace justicia

El paso de los Sixers, uno de los equipos punteros de la Conferencia Este, por el Crypto Arena de Los Ángeles dejó un sabor agridulce en el paladar de los Lakers. Estuvieron a punto los locales de llevarse el encuentro en una noche importante, porque LeBron James forzó para jugar y el equipo tiene otro partido este lunes en el que es posible que ya no esté, pero se quedaron en el a punto sin llegar a más. Un final apretado decidió el encuentro para terminarlo con un marcador de 112-113.

La pena para los angelinos no sólo fue ver a LeBron -a dos rebotes del triple-doble, hizo 35 puntos y 10 asistencias, y con +19 de ratio en pista- tan bien y sin premio, también a Westbrook. El base fue el protagonista total del final cuando había conseguido una actuación de las que recuerdan a tiempos pretéritos. Con los locales ganando por un punto se entró en el último minuto y medio y ahí llegó un triple desde la esquina derecha de Georges Niang tras servicio de Joel Embiid, a lo que siguió un calco en la otra canasta por parte de Troy Brown después de haberse intercalado otra cesta de Joel. Embiid decidió subir el balón con toda soltura en el que sería el último ataque de su equipo, con ventaja de uno en el electrónico, y buscó emparejarse con un pequeño en el perímetro para intentar jugar de espaldas, aunque lejano, y tener la ventaja con su cuerpo. El pívot nacido en Camerún se topó con Westbrook, que destaca por su físico para la posición que ocupa, y lanzó un tiro echándose hacia atrás bien defendido por Russ, que tuvo el cierre de partido para ganar. La estrategia del ‘0′ de los Lakers en esos 16 segundos fue la de buscar a Embiid por fuera, como el gato y el ratón, para irse de él por velocidad, pero no contó con la ayuda de Niang bajo el tablero y con botarse el balón en el pie mientras ejecutaba ese intento. Malísimo final en una buena noche de Westbrook (20+14+11), que no se hizo justicia.

El posicionamiento de los Lakers, contando con las particularidades de una plantilla que veremos si se mejora en este mercado invernal, continúa siendo desfavorable si tenemos en cuenta la baja de Davis. Pero es que para este partido tampoco estaban Walker y Reaves, de baja durante los últimos compromisos, ni Beverley, un experto defensivo que nunca está de más en partidos de altura como éste. Y cayó la derrota, la tercera seguida para ponerse a tres de la décima plaza con un balance de 19-24.

Un comienzo con acierto por ambos bandos dejó paso a las primeras sustituciones, momento en el que Maxey (16) tiró del carro para adelantar un pelín a los suyos. Los Lakers enlazaban canastas, sobre todo, en base a penetraciones por la zona central. Y los Sixers empujaban y ellos seguían la estela. Una canasta de Gabriel sobre la bocina del primer cuarto les seguía dejando a uno. El volumen anotador era medio-alto y el partido necesitaba, si así lo pedía algún bando, que alguien pisara el freno. En la experiencia gana LeBron James, que durante la primera manga había superado la barrera de los 38.000 puntos en la NBA -y qué cerca está ya del récord total de Kareem Abdul-Jabbar- y en la segunda se dedicó a ordenar las ideas de su combinado. Se vio con fuerza y frescura, tanto a la hora de repartir juego como a la de buscar la zona para anotar, y estaba tan bien que al borde del descanso dejó dos jugadas que levantaron al pabellón. Philly, a lo suyo, continuaba ahí aunque se fuera al descanso por debajo. Durante el tercer cuarto los visitantes se subieron a una montaña rusa que empezó arriba gracias a Harris (15), que además llegaba tocado al encuentro, siguió abajo después de un buen parcial de los Lakers con el highlight de un 3+1 del concentrado Westbrook, y volvió arriba en la última franja después de tres triples de Milton, Niang y Embiid. La diferencia era mínima y la magia parecía estar del lado de los Lakers, no sólo por las jugadas de fuerza de Russ acabadas con buen toque sino por el doble tirabuzón con el que LeBron dio comienzo al último periodo. En los minutos definitivos salió a flote Schröder por parte local y, en el lado visitante, Harden (24+7+13) libró de manera brillante la defensa rival tanto en pases como en acciones acabadas por él, haciendo daño con silenciador y dejar marca. Al final reinaron los 76ers, haciendo buena su posición en la tabla global de la NBA, poniéndole la cremallera a Russell Westbrook.