Wembanyama firma una estadística de unicornio frente a Jokic

Continúan cayendo derrotas del lado de los Spurs, la franquicia que fichó al número uno del Draft de 2023 y todavía no ve una diferencia sustancial en los números colectivos. Pero la progresión de su jugador más excitante, Victor Wembanyama, hace predecir que irán hacia arriba.

Ya han perdido 14 de los 17 partidos que han disputado. El último, un 132-120 en el Ball Arena contra unos Nuggets que son los que defienden la corona de campeón de la NBA. No era nada sencillo. Si bien es cierto que la victoria no estuvo nunca en peligro para los de Malone, porque hubo una pequeña operación de maquillaje de San Antonio en el último parcial, se van acercando a un juego homogéneo con el que competir con equipazos como el que le tocó enfrente este domingo.

Denver es el equipo a batir este curso, no solo por haber sido el último en pie en la anterior y llevar desde 2022 un ritmo complicado de seguir. Ha entrado con fuerza en la nueva temporada, sumando once triunfos de los que ocho han sido en su feudo, y se va a lanzar a la reconquista.

El duelo individual de la jornada fue el que tuvieron Nikola Jokic, dos veces MVP de la NBA y tres en los corazones de muchos aficionados, y el mencionado Victor Wembanyama. Para el francés era una oportunidad para aprender al lado del pívot con más dominio del momento, otro europeo, y, de paso, destacar en tan propicio escenario. El serbio no hizo prisioneros aunque el rival aún esté tierno: 39 puntos, 11 rebotes, 9 asistencias y un 17/29 en tiros de campo. Sin contar los números, todo lo que proyecta ‘Joker’ se tradujo ante los Spurs en autoridad en la pintura para, desde allí, construir este nuevo éxito. Wemby no se amedrentó y firmó una línea estadística sin parangón: 22 puntos, 11 rebotes, 6 robos, 4 tapones y 2 asistencias en 25 minutos. Nadie lo había hecho antes. Esa combinación de robos y tapones (10, que solo Josh Smith y Kevin Garnett habían logrado jugando un partido como novato) es la que le da el toque de unicornio, ese no sé qué al que hay que acostumbrarse en las versiones más modernas del baloncesto, a esta imperial marca.

Wemby no estuvo emparejado con Jokic en muchas franjas de la cita. Ante él se jugó el primer triple y lo anotó, previo lanzamiento de dos ante un Porter que sí era el principal escollo con el que tenía que lidiar. A los Spurs les costó coger seguridad con el balón en las manos y de esa confianza Nikola tiene para dar y regalar. Fue jugando con él como punta de lanza, recibiendo el balón dentro y acabando o recibiendo fuera y pasando, como se fue notando quién es el vigente campeón de este torneo.

Les costaba la defensa a los Spurs. Delante habían reaccionado con la salida de Vassell (19), pero detrás se les estaba yendo el partido. No eran capaces de igualar la velocidad con la que se armaban los Nuggets. Hasta DeAndre Jordan, que disfruta ya de pocos minutos, hizo pupa. Porque no solo contaban las aceleraciones en carrera, también tenían una marcha más a la hora de tomar decisiones importantes dentro del perímetro (acertaron en el 62% de sus tiros de dos) y eso, siendo el rival, te acaba matando. Vertiginosa disposición la de los locales, que se pusieron en la ribera de los 20 puntos de ventaja durante el segundo cuarto.

Denver bajó el pistón un poco antes del descanso y ahí se vieron con nuevas alas los de San Antonio. De nuevo creando desde fuera. Y con un par de vistazos al Wembanyama que domina por dentro si tiene un mínimo hueco por donde colarse con semejantes brazos. Los Spurs no eran impedimento, ni con Collins ni con Bassey, para que Jokic campara a sus anchas. Y hubo un nuevo tirón en el tercer acto casi definitivo. Con Jackson y Pope acompañando el ritmo impuesto por el pívot de la ciudad de Sombor se decidió el marcador en favor del combinado local.

Al acabar el encuentro Jokic tuvo unas palabras cálidas para Wembanyama: “Va a cambiar el juego, 100%, y ya se ha puesto a ello”. También el entrenador rival, Mike Malone, habló del unicornio francés: “Muchos chicos se quitan de en medio, no quieren que hagan mates sobre ellos. Victor va a machacar sobre mucha gente. Es un pedazo de jugador y va a seguir mejorando”.