Wembanyama es la dimensión desconocida

Hay un principio sencillo: el equipo que tiene a Victor Wembanyama puede ganar siempre en una pista de baloncesto. Si esto implica que los Spurs pueden ser, ya, incluso aspirantes al anillo es algo que las semanas de regular season irán resolviendo. A priori no, en teoría es pronto, por lógica todavía queda algún tiempo más en el horno. Pero el equipo que tiene a Victor Wembanyama puede ganar siempre en una pista de baloncesto. Así que… veremos. Por ahora, dejémoslo ahí: veremos. El caso es que una franquicia con cinco anillos y que llegó a apilar veintidós años seguidos en playoffs ha logrado empezar una temporada, por primera vez, con cinco victorias sin fallo. Un 5-0 nunca visto que dio un toque de simbólico, por qué no, a la victoria contra Miami Heat (107-101). Por eso y porque este era el partido más serio, más duro al que se había enfrentado San Antonio Spurs hasta ahora. Y lo sacó adelante.

También es la primera vez que los Spurs ganan cinco partidos seguidos desde marzo de 2019. Habrá que acostumbrarse a los “es la primera vez” con este proyecto y, sobre todo, con su jugador franquicia, Wembanyama el inabarcable. Un jugador de 21 años (glups) que es ya un muy obvio aspirante al MVP y que va a ganar el premio de Defensor del Año cada vez que llegue a los 65 partidos que pide la normativa actual. En una expansión imposible de dimensionar, Wemby tiene las trazas de jugador transformativo, de los que cambia el baloncesto. Visto así, insisto, ¿no pueden ser los Spurs aspirantes ya en el Oeste? Antes de este partido, Bam Adebayo (sus Heat estaban 3-0 en duelos directos contra él hasta esta noche) aseguró que no les alteraban mucho los debates sobre cuánto mide realmente Wembanyama: “En esta liga hay mucha gente alta, creo que eso le llama más a la atención a los que están detrás de los micrófonos que a los que estamos en pista”. Después, el pívot hizo muchas cosas bien y hubo un momentos de la primera parte en la que pareció el interior más influyente en pista. Para nada: Wembanyama acabó con 27 puntos, 18 rebotes, 6 asistencias y 5 tapones.

Y promedia, en este 5-0 para abrir boca, 30,2 puntos, 14,6 rebotes, 3,4 asistencias, 4,8 tapones, 1,4 robos y un 56,3% en tiros de campo. Pero no es solo él, por mucho que todo empiece y acabe en él: Stephon Castle (esta vez 21 puntos, 6 rebotes, 8 asistencias, 4 robos) está ampliando su rango de vigente Rookie del Año mientras empuja por detrás Dylan Harper (13 y 4 asistencias), el número 2 del último draft. Todavía no ha debutado eta temporada De’Aaron Fox, que ha pasado de órdago para acompañar a Wembanyama a, tal vez, lujo innecesario (pero lujo) en la rotación exterior de un equipo en el que, además, Devin Vassell (17, 9 rebotes) está encontrando un encaje perfecto y muchos otros hacen su parte del trabajo, de la generación desde el banquillo de Jordan McLaughlin al pegamento de Harrison Barnes. Los Spurs compiten: después de un aplastante 28-14 en el tercer cuarto (87-72) se llevaron un 1-17 para abrir el último parcial (88-89) pero encontraron la suficiente intensidad defensiva y el acierto quirúrgico desde la línea de tres para sacar adelante un partido complicado de verdad.

Porque los Heat están jugando bien. Erik Spoelstra ha dinamizado (hasta cierto punto, modernizado) un ataque que era raquítico y que ahora es vertiginoso y colectivo. Y eso sin Norm Powell y sin un Tyler Herro al que habrá que ver cómo sienta esta nueva forma de jugar. Con cosas de los Heat de siempre (una zona marca de la casa para ese vuelco momentáneo del último cuarto) y experimentos sin nada que perder (un guard fuerte como Davion Mitchell quedándose con Wembanyama en los cambios), los Heat llegaron, entre idas y venidas, con opciones a los últimos minutos. Pero no supieron rematar. Bam Adebayo, más cómodo que nunca abriéndose para tirar de tres en este inicio de curso, acabó con 31 puntos y 10 rebotes. Andrew Wiggins, con 24 y 6. Simone Fontecchio, con 18 desde el banquillo. Pero los 101 finales puntos acabaron siendo la cifra más baja de los de South Florida en este arranque de temporada (3-2); una que tiene mucho que ver con quién estaba enfrente, un Victor Wembanyama con el que la NBA antes buscaba respuestas y ahora, sencillamente, definiciones. Y que hace que, con él, su equipo siempre, siempre, puede ganar en una pista de baloncesto. Por ahora, en este inicio de temporada 2025-26, este (sencillo) principio se ha cumplido cinco veces de cinco.

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