Una salvada más de Jokic

Los Nuggets hallan unos mínimos de estabilidad a base de palos. Del equipo que maravilló ganando el título hace dos temporadas queda aún el esqueleto pero no el alma. Nikola Jokic es de los líderes que más tiene que bajar al barro a pelear por los demás, la ayuda que recibe no va en consonancia con el esfuerzo que él pone. Esa máquina superengrasada, que dejó en la nada absoluta a LeBron y sus Lakers y que superó a los Heat en las Finales, está obsoleta. Ahora queda resistir. Como muestra, no uno sino varios botones esta temporada. El último, en casa de los Pelicans.

En la prórroga, sólo ahí, pudieron vencer los de Colorado. 129-132. Y suerte la suya. Tuvieron que remontar en el último cuarto del tiempo reglamentario y, posteriormente, ponerse en ventaja para cerrar en 53 minutos esta velada. Complicaciones a cascoporro. Jokic y Murray, hoy sí escudero fiel, anotaron 27 puntos cada uno. El serbio, además, completó un triple-doble con 13 rebotes y 10 asistencias. 21 tantos para Westbrook y 17 para Gordon. En el lado opuesto 25 anotó Hawkins desde el banquillo y 24 un McCollum que podría ser traspasado. El partido estuvo dentro del perímetro, algo que cada vez extraña más en la NBA que vivimos, y ahí Jokic pudo ofrecer las mejores armas de su arsenal para que los compañeros combatieran en el frente.

Los Pelicans llevan únicamente cinco triunfos en treinta encuentros. Por eso el énfasis en que los Nuggets deberían haberse llevado este partido con mayor facilidad. Si bien han recuperado efectivos, porque hace unas semanas parecían un equipo de liga de desarrollo que uno que pelea por cotas altas, no parece suficiente. Zion Williamson no tiene fecha de regreso por su enésima lesión, una distensión en la pierna izquierda. McCollum y Murray no se entienden como deberían en el exterior. Yves Missi es referente en la zona siendo prácticamente un desconocido. Y más problemas.

Denver se vio en problema de grandes dimensiones cuando, tras pasar el descanso, el margen se le escapaba de las manos. En el penúltimo minuto del tercer cuarto llegó la máxima: 91-74 (+17). Hawkins había encestado otro tiro de tres, logró cinco. Jokic respondió con otro 11 segundos después. Fue el inicio de la remontada que, por necesidad, tuvo que realizar el conjunto que empasta Mike Malone. Bien la rotación de Strawther, también la conducción de Westbrook y Murray, algo aislado de Braun. Pero claro, tarde. Como si se dejaran ir porque saben que controlan, ya sin la red de saberse infinitamente superiores al 90% de las franquicias de la NBA. Remontaron, igualaron, superaron, a falta de cuatro minutos estaban por encima en el tanteador, y volvieron a las andadas. McCollum acertó con un triple a falta de 53 segundos y puso dos arriba a los suyos. Murray contestó con una de dos para forzar la prórroga. El propio C.J. tuvo el último tiro, un lanzamiento frontal después de marcar excesivamente los pasos, y ni rozó el cesto. Cinco minutos extra de baloncesto en NOLA, 119 iguales. Gordon es el único que aportó en esa fase decisiva además del dúo dinámico: Jokic, 6; Murray, 5. A los Pels les tembló la mano en el último minuto. A tres de los Nuggets estuvieron en la última acción, frenada con dos faltas por los visitantes para que no hubiera triple y nuevo empate. Más sudor que calidad, 15º triunfo del curso en Casa Nikola.

Otros resultados de la jornada en la NBA:

· Kings 95 - 122 Pacers

· Raptors 110 - 114 Rockets

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