Un histórico Jokic tumba a los Nets de Jordi Fernández

Los Denver Nuggets no están bien, es un hecho. Las sospechas que había sobre ellos antes de empezar la temporada se están demostrando ciertas y al campeón de hace dos años le toca trabajar mucho para recuperar un nivel digno de aspirante al título. Ahora mismo está muy lejos de esas coordenadas y hay varios equipos en el Oeste (Thunder, Mavericks, Suns, Lakers) que parecen mucho más candidatos que ellos a estar en las Finales. Al menos hay dos cosas buenas para los de Colorado. La primera es que tienen por delante más de cinco meses de temporada regular para enderezar el rumbo. La segundo es que cuentan en su plantilla con el MVP de la Liga. Y eso, muchas veces, vale más que una buena plantilla. Esta noche, por ejemplo, lo ha valido. Nikola Jokic ha sido determinante, como tantas otras veces, en la victoria de su equipo en la prórroga en Brooklyn (139-144).

Los Nuggets han jugado dos partidos con prórroga en dos noches seguidas y han ganado los dos. Un esfuerzo tremendo con final feliz que, sin embargo, no hace más que acumular dudas a su espalda, porque los rivales no han sido de tronío precisamente: Toronto Raptors y Brooklyn Nets. Dos aspirantes a los últimos puestos del Este. Pero estos Nuggets son así de momento, un equipo que tiene que sufrir cada victoria. Muy lejos del dominador del Oeste que parecían hasta la temporada pasada. La marcha de Kentavious Cadwell-Pope ha supuesto un agujero de proporciones gigantes para una defensa que ahora mismo es un coladero. Los Nets, que venían de ganar a los Milwaukee Bucks en la primera victoria de Jordi Fernández como técnico en la NBA, hicieron sangre desde el primer minuto de esa herida por la que no deja de sangrar su rival de esta noche. Dennis Schroder, que venía de meter 29 a los Bucks, ya llevaba 13 tantos y 4 asistencias en un primer cuarto efervescente de los locales (69% en tiros de campo, 53% en triples). Cuando empezaba el segundo cuarto los Nuggets, 40-27 abajo, no entendían muy bien lo que estaba pasando. Fue curiosamente la entrada de Russell Westbrook a la pista la que dio alas a los suyos. El base, que hasta ahora había aportado poco a su nuevo equipo, aportó 8 puntos en ese periodo e hizo reaccionar a unos Nuggets que habían llegado a estar 17 abajo. Al descanso la diferencia se había reducido sensiblemente (72-63). Los Nets seguían aprovechando las grietas defensivas de su rival, pero los visitantes ya se habían entonado y la reacción, aunque lenta, era imparable.

Al principio del último cuarto se ponían por delante por primera vez desde los instantes iniciales del encuentro. A partir de ahí el partido se convirtió en un toma y daca que se iba a resolver en el tiempo extra. Los Nets tuvieron la victoria en su mano. Dorian Finney-Smith lanzó dos tiros libres a 24 segundos del final, pero sólo anotó uno y permitió a Jokic empatar el encuentro. Después, el alero falló un triple desde la esquina y el duelo se fue a la prórroga. Los locales se pusieron por delante, pero los visitantes iban a meter los 8 puntos siguientes (4 y 1 asistencia de Jokic) para no volver a verse por detrás. El serbio fue la clave de la victoria de los Nuggets con un partido descomunal, uno más, con unos números que sólo el gran Oscar Robertson logró dos veces. 29 puntos, 18 rebotes y 16 asistencias, sin lanzar un solo triple. A falta de equipo, bueno es tener al MVP de tu lado.

Otros resultados de la noche:

Minnesota Timberwolves 114 - Dallas Mavericks 120

Utah Jazz 96 - Sacramento Kings 113

Golden State Warriors 124 - New Orleans Pelicans 106

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