Un héroe llamado Tatum

Philadelphia se vistió esta madrugada de playoff. Es febrero, queda todavía un tiempo para que la munición real se cargue en los fusiles, pero la experiencia que nos ofrecieron Sixers y Celtics en el Wells Fargo Arena se aproximó mucho a una batalla de las rondas finales. Tuvo de todo y todo bueno, sobre todo, para Boston que ganó (107-110) a uno de sus grandes rivales en el Este. Es su tercer triunfo consecutivo, el octavo en los últimos diez duelos. La victoria coloca el 3-0 en el balance particular entre ambos equipos. Los Celtics son líderes de Conferencia con un partido de ventaja sobre Milwaukee Bucks y cuatro por encima de su rival de esta madrugada.

Unas cifras importantes que fueron posibles gracias al héroe de Boston, un Jayson Tatum que a pesar de hacer uno de los peores partidos de la temporada tuvo la sangre fría para descerrajar el triple que dio el triunfo a los suyos a falta de dos segundos para que el telón bajara. Su lanzamiento fue frontal, defendido como se pudo. Nadie en los últimos cinco años ha tenido tantos aciertos (9) que él en los últimos cinco segundos del último cuarto o la prórroga para dar el triunfo o el empate a su equipo. Fue su puntos número 18 de la noche. Es la 7ª vez esta campaña que se queda por debajo de los 20, la segunda contra los Sixers: su anotación más baja este curso (12) fue contra ellos, a principios de febrero.

La labor de Tatum culminó cinco minutos finales de locura, que vinieron precedidos de un primer cuarto demencial, en el que ambos equipos anotaron al menos el 50% de sus lanzamientos. En el lapso final, Boston tenía una ventaja relativamente cómoda: 91-97 a su favor. Y, ahí, entró en acción Joel Embiid. El pívot camerunés recibía una y otra vez de espaldas a canasta, a unos tres-cuatro metros del aro, para o bien anotar en suspensión o sacar una falta en sus penetraciones. Era imparable y su números lo dejaron claro: 41 puntos y 12 rebotes.

Y los Sixers escalaron (también con un esfuerzo considerable en defensa) hasta ponerse uno arriba (103-102) con dos minutos por jugarse. Al Horford descerrajó su 5º triple de la noche (15 puntos, todos ellos desde el perímetro) para calmar a los suyos. Embiid, desde la personal (17 de 18) empató a 107 con solo cinco segundos por jugarse. En ese momento apareció la mano de Tatum. Embiid encestó desde su campo para igualar… pero el tiempo ya había expirado. Y la felicidad viajó a Boston, que sueña, un poquito más, con volverse a colocar la corona de campeón de la NBA.