Towns acaba con la resistencia canadiense

Tuvieron que sudar de lo lindo. Los Knicks no lo tuvieron sencillo en su visita a Toronto para el único partido de la jornada de lunes. Todos los focos del baloncesto norteamericano se dirigieron al ScotiaBank Arena para ojear este enfrentamiento, que terminó con los neoyorquinos alzando los brazos pero casi sin fuerzas para hacerlo. Les fue complicado algo que, a tenor de cómo está reflejada la clasificación de la Conferencia Este, no debió serlo tanto.

108-113 fue el tanteo final en tierras canadienses. Karl-Anthony Towns tuvo que acudir al rescate de sus nuevos compañeros: 24 puntos, 15 rebotes y una actuación crucial en los minutos decisivos de esta solitaria trama de la NBA.

Los Raptors sumaron cuatro únicos puntos en los últimos tres minutos, complicándose sobremanera su continuidad en el partido hasta que acabaron cayendo. En casa habían logrado seis de las siete victorias que atesoran, insuficiente frente a uno de los favoritos de su parte del cuadro. Por si fuera poca desgracia, Scottie Barnes se retiró lesionado en el tercer cuarto por una torcedura de tobillo en la que no se detectó fractura en la primera exploración.

Barrett, con 30, fue el líder local, secundado en el banquillo por los 19 de Walter. A Towns le ayudaron en su bando Bridges (23), acertado, y Brunson (20), apocado. K.A.T. absorbió el poder en el último cuarto para asegurar; si no ejecutando, sacando el balón fuera para que otro lanzara. El pívot de origen dominicano sentenció a seis segundos del final. De las últimas siete canastas de los Knicks, seis fueron triples -sí, de nuevo esa correlación de números- y ese último también lo fue. Tiros exteriores y férrea defensa; antes de ir a por la Copa, donde dentro de dos días disputan los cuartos de final, conviene tener preparados los recursos que mejor funcionan.

Los Knicks han recuperado el fuelle que perdieron en el primer tramo de temporada. La rotación ha tomado sentido, los nuevos conocen a los viejos, y Thibodeau puede hacer y deshacer a su antojo sin comprometer tanto los resultados. Son cinco triunfos de seis posibles, una de las rachas más positivas en la actualidad. Y eso que todavía falta Mitchell Robinson, que debe ser el escudero de Towns en las tareas defensivas que le toquen en la pintura. Hay proyecto y del bueno.

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