Santi Aldama, a ramalazos

Los últimos meses han supuesto un lógico cúmulo de emociones para Santi Aldama. El español acordó con los Grizzlies su ansiada, buscada y merecida renovación el pasado 1 de julio, aunque la incertidumbre se prolongó más de dos semanas más hasta que llegó la firma definitiva al estar el equipo ajustando cuentas. Al final, se llevó más de 52 millones de dólares repartidos en tres temporadas, una noticia fantástica que da seguridad al canario, que además se mantiene en la única franquicia en la que ha estado en la NBA desde que aterrizó en ella, allá por 2021. Una que ha sido recipiente de varios jugadores españoles y en la que también han pasado Pau Gasol, Juan Carlos Navarro o Marc Gasol, nombres esenciales, históricos y también, lógicamente claves para entender a la generación dorada del baloncesto nacional, ese que tantos éxitos dio a la Selección durante tantos años, copando portadas y protagonizando triunfos únicos, inéditos. Para los anales.

Por otro lado y en relación precisamente a eso último, el Eurobasket dejó un regusto amargo para Aldama... y para España, que se despidió a las primeras de cambio y en fase de grupos, realizando la peor actuación de su historia en un torneo continental y sin poder defender el título, obviamente, que conquistó en 2023. La mencionada generación dorada ha terminado e incluso contó con una dulce prórroga, pero los milagros se han acabado y ahora toca iniciar una nueva y complicada era. Y se espera que el ala-pívot sea uno de los que lidere las hostilidades. Fue de los pocos que se salvó en el Eurobasket: en 23,7 minutos se fue a 14 puntos, 6,6 rebotes y 14,2 de valoración, yendo de menos a más. Y todo con 24 años, una edad todavía muy precoz que invita a pensar que será una primera espada de cara al futuro más cercano, ya con Chus Mateo de nuevo seleccionador. Veremos.

Por todo esto y con tantas emociones, Aldama tenía la necesidad de empezar la temporada NBA despacio. El verano ha sido largo en lo mental y también en lo físico, sin apenas descanso, y ahora llegan muchos meses extenuantes en los que hay que dar la talla. Tuomas Iisalo ha situado al español desde el banquillo y va poco a poco, con los Grizzlies consiguiendo frente a los Pacers su segunda victoria del curso baloncestístico, situando el balance en positivo (2-1). Y de forma categórica: 128-103 en un partido disputado en el FedExForum, ante su público, y en el que los locales se fueron a 80 puntos entre el segundo y el tercer cuarto, gustándose y mostrándose muy superiores a unos rivales ligeramente destartalados tras pisar las Finales la temporada pasada pero encontrándose como sin fuerzas al haberse quedado a las puertas. Y huérfanos de Tyrese Haliburton, claro.

Aldama, que la temporada pasada se fue a 12,5 puntos de promedio, está en un poco menos, pero también tomándose con calma el inicio: 5 y 13 en los dos primeros partidos, en esta ocasión se ha quedado en 9, con 8 rebotes. Cedric Coward, el joven jugador de primer años, se fue a 27 para ser el máximo anotador del partido y constatar también que es una de las sensaciones de lo poquísimo que llegamos, mientras que Ja Morant sumó 17, con 9 asistencias y Kentavious Caldwell-Pope (10) sigue demostrando que es un magnífico fichaje que aporta sabiduría en los dos lados de la pista. Los 26 tantos de Bennedict Mathurin no fueron suficientes para los Pacers, que siempre fueron a remolque y en ningún momento dieron la sensación de poder llevarse el partido. Enfrente tenían a un equipo muy serio, mucho más que ese que el año pasado no daba con la tecla protagonizando locuras (entre ellas, el inesperado despido de Taylor Jenkins). Ahora son otros. Y Santi Aldama, a ramalazos, lento pero seguro, sigue haciendo méritos y demostrando una cosa: que la renovación fue un acierto.

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