Paliza histórica de los Celtics: tiembla la NBA

Ya están aquí. Y hablamos, claro, de los Celtics. Si alguien pensaba que la ligera irregularidad de la que habían hecho gala últimamente les eliminaba de la lucha por el anillo se puede dedicar a pensar en otras cosas: el equipo verde ha conquistado Milwaukee. Aunque la palabra conquistar se queda corta en este caso: han apabullado, han derruido, han dejado en los cimientos y han destrozado el hogar de Giannis Antetokounmpo (que se entiendan todas estas palabras en su contexto) para lanzar un aviso a toda la NBA y hacer temblar a cualquier rival que vaya a disputar los playoffs. A este equipo, a este proyecto, a esta plantilla, hay que ganarle cuatro de siete partidos para pasar una ronda que te lleve hacia el anillo. Jayson Tatum, Jaylen Brown, Marcus Smart, Al Horford... Los problemas físicos de Robert Williams y la concatenación variante de bajas que han tenido durante la regular season eran algunas de las dudas que planteaban, además de derrotas inexplicables contra rivales teóricamente más débiles (los Magic por partida doble y en el Garden, por ejemplo). Pero, después de lo de hoy, no parece que eso les preocupe demasiado.

Han sido 140 puntos los que los Celtics han anotado a los Bucks, que recibían hasta esta noche 112,8 por noche. Lo han hecho con un 56% en tiros de campo, un 51,2% en triples, un 80% en tiros libres (16 de 20), 55 rebotes (a 56, un buen bagaje ante el mejor equipo en esta categoría de la NBA), 28 asistencias (a 22) y sólo 8 pérdidas (por 13). Han ganado todos y cada uno de los cuartos, se han ido por encima de 40 puntos (41) en el segundo, ya tenían el partido prácticamente sentenciado al descanso (47-75), y la distancia era todavía mayor al final del tercero (74-114). No han dejado, ni por un momento, opción a un rival que tenía a toda su plana mayor, no tenía bajas y contaba con su extraordinaria estrella, Giannis Antetokounmpo. Y en una reedición de las últimas semifinales de la Conferencia Este han dejado muy claro que son los principales candidatos a hacerse con el anillo: o eso parece después de semejante exhibición.

La única excusa que pueden tener los Bucks es que jugaban en back to back, en Indiana, con el viaje que ello conlleva y en un esfuerzo para sumar ante los Pacers (136-149) en el que Jrue Holiday se fue a 51 puntos y Giannis logró un espectacular triple-doble (38+17+12). Esta vez, ambas figuras se han quedado muy alejadas de semejantes estadísticas: 24+7+2 de Giannis, que opta al MVP, pro que no ha sido la solución en sus 25 minutos en pista, ha lanzado con un 11 de 27 en tiros de campo (0 de 5 en triples) y ha finalizado con un -38 con él en pista. Jrue, todavía peor: 6+6+4, 2 de 8 en tiros, apenas incidencia en el juego y sin poder frenar defensivamente las acometidas rivales en sus duelos individuales. Los Bucks también han tenido 13 tantos de Khris Middleton, y 12+10 de Bobby Portis desde el banquillo. Y ya está: nadie más ha superado la decena en un equipo que ha lanzado con un 37,6% en tiros de campo y un 32,6% en triples. Los de Mike Budenlholzer mantienen la primera plaza de la Conferencia Este gracias a la gran racha de la que venían (dos victorias consecutivas, cinco en los últimos seis partidos) y los pocos partidos que quedan por delante: van 55-22, con dos victorias de ventaja sobre los Celtics (53-24), con cinco duelos de regular season hasta el 9 de abril. Pero esto da que pensar. Sin ninguna duda.

¿Y los Celtics? La mitad de los puntos, 70 de 140, los metieron Jayson Tatum y Jaylen Brown: 40 el primero, con un 12 de 18 en tiros de campo, 8 de 10 en triples (es tremendo) y 8 de 8 en tiros libres, además de 8 rebotes, 1 asistencia y ninguna pérdida. El segundo se fue a 30, con 13 de 20, 3 de 5 y 1 de 2; 5 rebotes, 5 asistencias, 1 robo y tan solo 1 pérdida. Fueron los líderes de un equipo que también contó con 14 tantos (4 de 6 en triples), 4 rechaces y 3 pases a canasta de Al Horford, 10+4+8 y la consabida intensidad de Marcus Smart, 14+3+5 (con 4 robos) de Malcolm Brogdon, y 7 puntos y 7 rebotes de Robert Williams desde el banquillo, un +20 en poco más de 18 minutos para el pívot. Un partido muy serio de los de Joe Mazzula (ya nadie se acuerda de Ime Udoka) y cinco partidos por delante antes de lo bueno, lo que nos gusta, lo que nos apasiona: los playoffs de la NBA. Y los Celtics llegan a ello con un objetivo que tienen en mente desde hace casi una década, cuando Kevin Garnett, Paul Pierce y compañía daban sus últimos coletazos. Ya se sabe, el premio máximo. Eso que todo el mundo, antes o después, busca en la NBA: el anillo.