‘Vendetta’ a los Lakers

No todo el mundo se toma de la misma forma el cambio de año. De ser así, ¿qué sociedad seríamos? Como en la diversidad está el gusto, también las formas de afrontar un nuevo comienzo. Los hay que toman una muestra de lo hecho durante los meses anteriores y lo aplican en los nuevos, sin olvidar; en la otra orilla, los que no miran hacia atrás en ningún momento porque sólo ansían lo que está delante. Pueden ser dos casos aplicables a Pelicans y Lakers, dos de los conjuntos que disputaron la última jornada de la NBA de 2023. Un enfrentamiento que había tenido un precedente anterior, una chispa que activó el fuego en Nueva Orleans, y llevó a los de Willie Green a esforzarse -esta vez sí- para vencer con claridad por 129-109.

Los Lakers sólo quieren pasar página de este diciembre tan tormentoso. Quién lo hubiera dicho viendo cómo empezó, con el título copero bajo el brazo, pero el equipo se cayó después del éxito y todavía no se ha encontrado. Numerosas derrotas pero, sobre todo, la incertidumbre de un juego a rachas que dista mucho del que propondría un contendiente. Desde que ganaron en Las Vegas sólo han ganado tres encuentros y las caídas suben a ocho. El foco está delante y hacia él van, nada de lo que ha pasado últimamente les va a hacer ningún bien.

En el Smoothie King Center se volvió a ver la versión de las grandes ocasiones que ofrecen estos Pels de vez en cuando. Williamson e Ingram, cada uno con 26 puntos, fueron sus mejores exponentes pero no los únicos. Unidad capital para conseguir algo en este Oeste tan salvaje.

Los Pelicans sí son ese equipo que necesitaba un vistazo al retrovisor para saber cuándo acelerar. Al menos si el coche que llegaba a su altura, como era la ocasión de esta jornada de Nochevieja, era el de los Lakers. Ambos se enfrentaron en las semifinales del torneo copero a principios de este mes y la imagen ofrecida por los de Green fue tan penosa, tan alejada de lo que se esperaba para tal partido, que hasta Adam Silver, comisionado de la Liga, les tuvo que dar un toque de atención en público. Este domingo se tomaron su particular venganza.

De todo se aprende y queda claro que NOLA lo hizo de aquella debacle de cuarenta y cuatro puntos. En su nuevo choque con los Lakers no dejaron ver fisuras durante la noche y dominaron a uno de los aspirantes a todo en la conferencia que ambos comparten. El acierto en el triple, con los locales metiendo la mitad de los que intentaron, o las segundas oportunidades ganadas gracias al rebote, con hasta doce ofensivos permitidos por los Lakers, fueron dos de las claves en las que los Pelicans se apoyaron para vencer. Y para validar lo hecho en este final de 2023, desde que cayeron por primera vez: mientras los Lakers se han estancado y tienen un balance igualado en victorias y derrotas, los de Luisiana cierran año natural con un 19-14.

Demasiado para un LeBron James febril pero comprometido con la causa. El jugador, que a partir de ahora actuará como base titular, fue el máximo encestador de la noche: 34 puntos. Se congratuló de su esfuerzo después de haber pasado otra noche enfermo, pero la resiliencia mostrada por él no es la misma que se destila en el resto de la plantilla y eso es lo grave.

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