Manual de supervivencia de unos Lakers exhaustos

No pintaban bien las cosas para Los Angeles Lakers cuando a cuatro minutos del final del partido ante los Orlando Magic perdían 94-98. No era una distancia insalvable, ni mucho menos. Pero a lo largo del partido se había visto a un equipo claramente más cansado que al otro. Los Lakers, por momentos exhaustos, venían de jugar una prórroga (y perderla) 24 horas antes. Los Magic llevaban dos días sin jugar y con un inmaculado récord de 3-0. Y con el paso de los minutos todo eso se estaba haciendo cada vez más evidente, así que no era fácil apostar por los angelinos en ese momento. Quien lo hiciese apostó al caballo ganador. El equipo de Los Ángeles sacó fuerzas de flaqueza, los visitantes se evaporaron de repente, y la victoria se quedó en casa (106-103).

Había ejemplo por doquier de la falta de energía de los Lakers. La más evidente seguramente fue los 3 rebotes ofensivos que fueron capaces de coger en todo el partido, una cifra pírrica que les hizo palidecer en los puntos en segundas oportunidades (4-20). Salieron mejor a la pista, eso sí, como intentando achantar al rival para que no se diese cuenta de que iban con el depósito medio vacía. Los Magic tardaron un poco en darse cuenta y llegaron a estar 11 abajo en la primera parte, pero al descanso ya se había puesto por delante (54-58).

Jalen Suggs se hacía con el mando del partido. El jugador de tercer año está mostrando por fin trazas de gran jugador. Hoy firmó 15 puntos y 8 asistencias, además de un +10 con él en pista, el mejor de Orlando en este apartado. Quien no ha empezado la temporada tan fino es el último rookie del año, Paolo Banchero, que se quedó en 9 tantos con muy malos porcentajes de tiro y un -12 en pista, el peor de los Magic. Aún con eso los visitantes parecían transitar por el camino hacia el triunfo, pero había un trío enfrente que no tenía los mismos planes.

Entre LeBron James, Anthony Davis y D’Angelo Russell metieron los últimos 30 puntos de los Lakers en los últimos 13 minutos y medio de encuentro. El último de los tres, Russell, se reivindicó a lo grande. Un jugador muy cuestionado desde su regreso a Los Ángeles y que esta noche fue la clave de la victoria con 28 tantos (12 en el último cuarto) y 8 asistencias. También LeBron, al que valoraron dejar en la grada por problemas físicos y acabó estando 33 minutos en pista, se mostró inspirado en el último parcial metiendo 9 de sus 19 tantos. Por último, pero no menos importante, Davis acabó con un 26+19.

La clave estuvo en esos últimos minutos, cuando ambos conjuntos se los jugaron todo. Primero en un duelo precioso de triples, tres, desde que quedaban 2:27 hasta 1:43. LeBron puso a los suyos por primera vez por delante en el último cuarto, Suggs respondió rápidamente dando la ventaja de nuevo a los Magic, y Russell volvió a cambiar el liderato del partido de manos. A partir de ahí se sucedieron una serie de fallos hasta que la intimidación de Davis hizo a Suggs lanzar mal un tiro que reboteó a 13 segundos del final Christian Wood, otra vez fundamental para los suyos (9+9+3 rebotes). Russell no fallaba desde la línea de personal poniendo a la postre el definitivo 106-103, ya que los Magic fallaron los dos intentos de triple que tuvieron para mandar el encuentro a al prórroga. Wagner, taponado por LeBron, y Suggs no acertaron y el triunfo se quedó en Los Ángeles. Una victoria muy sufrida, de esas que levantan el ánimo y hacen equipo.

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