Alarma en la NBA: Paul George, lesionado

Desde la llegada de Russell Westbrook, los Clippers han tenido 9 partidos resueltos por 10 puntos o menos. El resultado: 3-6. Un problema en la gestión de finales apretados que ya se daba antes de la llegada del base y que se ha visto más acusado en su fichaje. Y eso que no ha sido el culpable de la derrota de anoche ante losThunder (100-101) en un partido clave de cara a la lucha por el acceso directo a los playoffs, por el ingreso en el play-in y, básicamente, para todo lo que sea no quedarse fuera de la fase final y decir adiós a la temporada antes que el resto. Final titánico, taquicárdico y victoria para OKC, que da un paso importante en su lucha particular mientras los angelinos siguen demostrando una marcada ausencia de pizarra, reparto de roles, capacidad de rotaciones o gestión de riesgos en ese clutch time que ha sido una tortura para ellos en una temporada a la que le queda lo mejor: 9 partidos como finales.

Los Clippers no lo tienen del todo mal: 38-35, quintos de la Conferencia Oeste. Pero tampoco lo tienen nada bien: los Lakers, undécimos tras la victoria de los Thunder, están a solo 2,5 victorias de esa posición, por lo que los angelinos están obligados a sumar para asegurarse un puesto. Repiten duelo ante los Thunder el viernes en esta manía de calendario que la NBA se ha inventado y no ha gustado a casi nadie: luego, reciben a Pelicans y Bulls, visitan por partida doble a los Grizzlies, viajan a Nueva Orleans y reciben a Lakers y Blazers antes de despedirse contra los Suns. No es un mal calendario, pero tampoco uno bueno, especialmente teniendo en cuenta que se han quedado sin Paul George, lesionado de la pierna en el último cuarto en unos gestos muy preocupantes, que tienen muy mala pinta y que representaría una baja importante para ellos a pesar de su consabida irregularidad.

La gestión de los minutos finales fue la que fue: los Clippers, que llegaron a ir ganando de 14 puntos, se veían por detrás (93-95) a falta de 3 minutos para la conclusión. Shai Gilgeous-Alexander (31puntos, 7 rebotes y 4 asistencias en 36 minutos), una bendición de jugador con tintes generacionales, anotó una bandeja para dar dos posesiones de ventaja a su equipo. Tras ello, Westbrook (15+8+2, con 2 robos y sin errores especialmente graves al final) anotó dos tiros libres. Un error para cada equipo, dos tiros libres para Shai tras un interesante uno contra uno ante Westbrook (vamos 95-99) y un triple de Eric Gordon desde su casa (en una jugada que salvó Westbrook con un rebote ofensivo) ponían el resultado en un puño (98-99). Shai, siempre Shai, volvía a anotar. Y un pase de Kawhi para Nicolas Batum ponía el 100-101 que sería definitivo. Los Thunder erraron por partida doble, Instant Replay mediante, y Kawhi la tuvo para sentenciar, pero se hizo un lío, amasó demasiado balón, sus compañeros tardaron mucho en moverse y Luguentz Dort hizo un gran trabajo defensivo. Final del partido.

Ahí se acabaron las aspiraciones de los Clippers, las intentonas por llevarse un partido que se iba aclarando a medida que pasaban los minutos. Kawhi acabó con 21 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias, pero se vio sobrepasado por la situación al final y acabó con un extraño 7 de 16 en tiros de campo. También recibió una técnica en la mimsma jugada en la que Terance Mann fue sancionado con dos consecutivas y la expulsión, algo que se encargo de protestar en la rueda de prensa posterior al duelo. Paul George llevaba 18+7+5 antes de lesionarse y se le vio con muletas tras el asalto: ya le han hecho pruebas, pero han dicho que esperarán antes de decir lo que tiene de forma oficial. Mientras tanto, Ivica Zubac no fue esta vez la solución (13+3) bajo los tableros por mucho que se mostrara impolñuto en el lanzamiento (5 de 5) pero no disfrutara de muchos minutos en pista (apenas 19). En los Thunder, además de Shai, 20+8+3 de Jalen Willians y 13+6+6 de Josh Giddey, con 12 de Isaiah Joe. Un gran partido, un emocionante final y todo apretado en una lucha en la Conferencia Oeste que no acabará hasta el 9 de abril. El día en el que sabremos quién tiene el billete que todos quieren y, sobre todo, quién se quedará con las manos vacías. Tic, tac, tic, tac... Ya queda menos.