Los Celtics se evitan problemas

Después de ver cómo los Heat dejaban al mundo boquiabierto con su improbable hazaña contra Milwaukee Bucks, Boston Celtics jugó serio e hiló fino en Atlanta. Si uno de los dos grandes favoritos al título está fuera de playoffs a la primera, al otro más le valía tomar buena nota. Y, de paso, evitarse un séptimo partido que en ningún caso habría sido un buen negocio para el que iba por delante con holgura en la serie y que, como mínimo, es otro día de riesgo en unos playoffs en los que las lesiones están siendo un actor fundamental. Pero no, los Celtics no fallaron, ganaron (120-128), pasaron ronda (4-2) y domaron a unos Hawks que han sido más duros de lo que se podía haber esperado cuando la serie salió 2-0 de Boston.

Ahora, a partir del lunes y en segunda ronda, llega un Celtics-Sixers, el gran clásico del Atlántico, de la Costa Este. La rivalidad de leyenda que inspiró el grito de Beat L.A. y otra ocasión de revancha para Joel Embiid contra el rival que más veces le ha ganado (un 64,5% de sus duelos) y que le ha dejado fuera de playoffs dos veces en el último lustro. El instinto de supervivencia que asomó en los Hawks ha dado a la rodilla del camerunés algunos días extra para cuidar su esguince. Veremos, porque con los Bucks eliminados y Knicks y Heat dispuestos para una lucha totalmente imprevista en el otro lado del cuadro, la serie que arranca el lunes en el Garden cobra todavía más relevancia. Había, básicamente, tres grandes favoritos en el Este. Uno está fuera, los otros dos jugarán ahora entre ellos. Y es difícil no dar casi todas las opciones a unos Celtics a priori superiores, con factor cancha, en su misión particular de regresar a las Finales para saldar su deuda del pasado verano y contra un rival al que tienen tomada la medida en lo deportivo y en lo psicológico. En estos últimos años… y al menos hasta ahora.

Los Hawks salen de otra temporada difícil, la segunda desde que fueron finalistas del Este en 2021, con mejores sensaciones de las que tenían hace semanas, cuando se hizo cargo del banquillo Quin Snyder. Con él, las cosas han mejorado. Hay muchas cosas que resolver en una franquicia que no encuentra la forma de subir de nivel, de dar el siguiente salto, y que incluso ha flirteado ya con la idea de poner a Trae Young en el mercado. El base, héroe del quinto partido en Boston, salió con ganas de repetir: 18 puntos en el primer cuarto. Pero se quedó sin fuerza después: 1/13 en tiros en la segunda parte, 30 puntos totales con 10 asistencias. Tras su partido de sanción, Dejounte Murray arrancó mal y no pudo ser un factor hasta bien entrado el partido. Y los Celtics tuvieron un buen día en el tiro: 50% con un 42% en triples (18/42) y un 94% en tiros libres.

Incluso con todo eso, los Hawks ganaban mediado el último cuarto (113-110). Pero ahí les cayó un 0-11 (113-121) decisivo en cuatro minutos, con tres triples (Brown, Horford, Tatum) que aterrizaron como yunques en una grada que se estaba divirtiendo y que estaba aprovechando una tarde robada a Janet Jackson, que tuvo que cambiar de fecha un concierto que tenía programado allí, precisamente ayer. Tatum acabó con 30 puntos, 14 rebotes y 7 asistencias. Y Brown con 32 y un 6/8 en triples. Los Celtics están 23-1, entre temporada regular y playoffs, cuando sus dos estrellas llegan a los 30 puntos en el mismo partido. Además, Smart solucionó sus patinazos del duelo anterior (22 puntos, 4 asistencias, cabeza en momentos complicados) y Al Horford fue de menos a más después de algunos momentos discretos: 10 puntos, 12 rebotes, 4 asistencias, 3 tapones e influencia en muchas de las cosas buenas que hizo su equipo en el último cuarto. Ahora llega Embiid, su rival favorito (73% de victorias para él en el cara a cara) y llega otra ronda para los Celtics. Los Hawks quedan atrás, la lucha por el anillo sigue. Por ahora sin grandes sobresaltos y sin los Bucks en el camino. Todo buenas noticias en Boston.