LeBron se queda muy solo en otra derrota de los Lakers

La gira por Florida, primero en Orlando y luego en Miami, no ha podido salir peor para los Lakers. Dos derrotas en los dos encuentros y una lesión por el camino. Los californianos continúan sin ganar fuera de casa y se instalan de nuevo en un balance clasificatorio negativo: han ganado tres y han perdido cuatro.

En la velada que les midió a los Heat en el Kaseya Center se vio esa cara doliente de los Lakers que tanto machaca a su larga fanaticada. De las que dan más rabia que otra cosa. ¿Por qué? Ambos equipos, también los Heat, tuvieron el resultado favorable en la palma de su mano durante el tramo final del encuentro, el clutch time, pero nadie quiso tomarlo. Le cayó a los locales llovido del cielo. En 2:39 minutos, y con 108-107 en el electrónico, nadie anotó, se movió, cambió. Fallo tras fallo desembocó en que ese número valiera para el acta. En casa del subcampeón (también lo fue en la burbuja de 2020, en el último Anillo de los Lakers) no se puede perdonar de esa manera. Son errores que se pagan.

La lesión antes citada no reviste gravedad según el protagonista. Anthony Davis se hizo daño en la cadera durante un giro sobre su eje, en la primera parte, y se tuvo que retirar en la segunda mitad para no perjudicarse más. Espera, como relató a los periodistas tras el partido, estar disponible en la próxima cita.

En el equipo de Ham se vieron mejoras individuales, como en el caso de un Austin Reaves a una asistencia del triple-doble (23+10+9) después de empezar con dudas esta campaña, pero mucha falla colectiva. No hubo acierto -sólo entraron 8 de 26- en el triple, continúan los efectos de la bajas (recuperaron a Prince, pero siguen faltando Hachimura o Vanderbilt para arropar en la pintura) y, por supuesto, el contrario también juega. La caída en desgracia de Davis la aprovechó el oponente en la zona, ‘Bam’ Adebayo, para capturar una veintena de rebotes a los que sumó 22 puntos y 10 asistencias, dominio sobre el que cimentar un triunfo para quitarse de encima los malos pensamientos. Miami empezó 1-4 el curso y empieza a remontar; el año pasado pasaron a las eliminatorias vía play-in y hay que ver dónde acabaron, nada menos que en las Finales contra los Nuggets.

El partido comenzó con acierto en el triple. Butler y Adebayo, por un lado; Reaves y Russell, por el otro. Así se entiende mejor que fue una debacle, ya que los porcentajes desde el perímetro cayeron a plomo posteriormente. Antes del descanso se vieron dos más, desde la misma posición, de Prince y Wood, como si fueran estrellas fugaces, justo para que los Lakers se pusieran en ventaja de manera momentánea. Entre esos dos momentos hubo mejores ataques que defensas, con un movimiento de balón más que aceptable en el caso de los que visten de púrpura y oro.

Los aclarados de Jimmy Butler (28) estaban muy mal defendidos y eso daba alas al jugador texano para distribuir o finalizar. Sí funcionaba la conexión entre James y Reaves, tanto en continuaciones tras bloqueo como en pases interiores directos. Para casualidad, un rebote-mate colosal de Austin después de un tiro de LeBron fue lo que cerró la primera mitad con 62-59 en el marcador.

En la segunda mitad Davis se intentó probar, pero anduvo cojo y falto de movilidad. Su ausencia la agarró Adebayo como si fuera un clavo ardiendo. Entre rebotes en ataque, tiros a poca distancia y situaciones en las que se quedaba solo bajo aro el pívot de orígenes nigerianos se fue haciendo de oro. Durante el último minuto del tercer acto la diferencia llegó a los trece tantos porque el control de los Lakers había desaparecido por completo. Hizo falta una remontada en los minutos siguientes, con LeBron como motor y sin el debido descanso, para alcanzar al rival.

Y después llegó lo de los últimos minutos... Un tiro desde la parte derecha, y defendido por James, de Butler había puesto el 107-97 en el marcador. Parecía que los Heat tenían tranquilidad con todo lo que proponían. Pero no. Fallos en tiro de Herro o pérdidas de Butler cuando en el lado contrario Wood metía un triple o LeBron sacaba una canasta más adicional. 1-10 de parcial y todo a rehacerse de nuevo. Pero apareció en nuestras vidas un esperpento que duró unos dos minutos y medio y que nos privó de ver más canastas. Herro pone un pase alto que da en el tablero con una fuerza desmedida. LeBron falla un triple en la zona izquierda. Butler deja en el aire una bandeja que no toca ni aro. Lowry le saca una falta en ataque a LeBron y luego el de los Lakers se la devuelve al de los Heat con un tapón a su triple. Reaves falla de tres. Herro falla de tres. Reaves falla de tres. Butler se juega un aclarado y en el pase a Adebayo el pívot comete pasos de salida. Aquí alguno ya estaba por el suelo de la risa. Y, para poner un buen cierre, Reddish falló el tiro desde la esquina para ganar tras un buen pase de James. De frenopático.