LeBron suda la gota gorda

Los Lakers tienen cada vez más claro, dentro y fuera de su plantilla, aquello que cantaba Amaral: sin ti no soy nada. Al que se dirigen es al rey de Akron. Este domingo por la noche el Crypto Arena volvió a encomendarse a la sabiduría de LeBron James para ver una victoria. El final de partido de la veterana megaestrella, con nervios de acero para decidir, fue una muestra más de que los de Ham necesitan permanentemente a este jugador si no se quieren venir abajo. Ese mantra que no deja de ser tendencia en sus cabezas cada vez les obliga a llevar un poco más al límite a alguien al que, según habían dicho, querían dar descansos este año.

En otra jornada maratoniana los angelinos vencieron por la mínima, 105-104, a los Rockets, que han peleado con fuerza sus dos partidos en L.A. pero se van con dos derrotas y siguen sin ganar a domicilio. Los Lakers suman su octavo triunfo en 14 partidos.

Los Rockets pelearon hasta el último estertor a pesar de entrar en el último periodo por debajo, ya que los Lakers habían cuajado una de sus ya habituales remontadas. Tuvieron una mínima opción después de que LeBron metiera uno de los dos tiros libres con los que puso por encima a los suyos a falta de dos segundos. James había recibido una falta, erró el primer y metió el segundo. Con ese suspense se llegó al otro campo, pero el tiempo era ínfimo y a Dillon Brooks, que se ha esforzado durante los últimos meses en tratar de ser una figura polarizadora al lado de LeBron, sólo le quedaron fuerzas para tirar un triple desde lejísimos que no tocó aro.

Otro partido en más de treinta puntos para LeBron, que tras ganar a los Blazers hacía esta reivindicación sobre la cantidad de actuaciones así que lleva: “Yo venía aquí a hacer películas. Es lo que todos decíais, ¿no?”. Dos días después batió su marca más alta del curso.

Porque no hay descansos para el rey del baloncesto cuando sus compañeros están en situaciones tan apretadas. Jugó cuarenta minutos, diez más del límite que se había marcado Darvin Ham y sus ayudantes para el legendario jugador nacido en Ohio. Los Lakers van recuperando jugadores de la enfermería y algunos de los nuevos van aclimatándose, pero eso es inversamente proporcional a los minutos que LeBron puede recudir de su cuenta particular.

Contando con el tiro libre que dio la victoria a los Lakers fueron 37 puntos, su season-high, para James. Y qué porcentajes: 14/19 en tiros de campo. También logró 8 asistencias, 6 rebotes y 3 robos. Ayudándole estuvieron Anthony Davis (27), que no controló sus faltas y fue eliminado en el momento decisivo, o Austin Reaves (17), que metió un triple clave después de otras decisiones más discutibles. Por ello la constante es LeBron, él siempre va un paso por delante. El total de lanzamientos si despejamos de la ecuación a esos tres jugadores fue 9/42, 21%, insostenible para un conjunto que aspira a todo en la Conferencia Oeste. En el lado contrario el mejor fue el turco Alperen Sengun, no sólo por su dato (23 puntos y 10 rebotes) sino por aprovechar la falta de concentración de Davis y dominar el último minuto para meter el miedo en el cuerpo a los Lakers.

Instalados en los nervios viven los de púrpura y oro, aunque su mejoría sí se ve a través de los números. Los Rockets, que les dieron un repaso en el Toyota Center dos semanas atrás, no son el mismo equipo lleno de jóvenes imberbes y faltos de orden que habíamos visto con Silas los dos últimos años, ahora son tenidos en cuenta hasta por franquicias que están un escalón por encima. De ahí que luchas así sean tan encarnizadas, el Oeste se ha igualado.

Otros resultados de la jornada:

Grizzlies 100 - 102 Celtics

Mavericks 113 - 129 Kings

Jazz 137 - 140 Suns

Cavaliers 121 - 109 Nuggets

Raptors 142 - 113 Pistons

Nets 99 - 121 Sixers

Blazers 91 - 134 Thunder

Pacers 116 - 128 Magic

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