La venganza de Giannis

La última eliminación de Milwaukee Bucks en playoffs contó con una cantidad de dureza enorme. Giannis Antetkounmpo acabó desquiciado por el milagro permanente de los Heat, liderados por Eric Spoelstra, que entraban rápidamente en uno de los pocos equipos en eliminar al primer clasificado partiendo de la octava posición. Y por un incontestable 4-1, algo que dejaba sin excusas al griego, que se perdió el segundo y tercer asalto por lesión. Todo esto propició que los Bucks entraran en un verano lleno de cambios: la salida por la puerta de atrás del entrenador Mike Budenholzer, hacedor del anillo de 2021, era un hecho que no tardó nada en cumplirse. Mientras que Giannis se dedicó a no renovar hasta que sus deseos no se vieran cumplidos y otra estrella llegara a la entidad.

Finalmente, el novato Adrian Griffin fue fichado para los banquillos con el beneplácito de Giannis, Damian Lillard llegó para suplir a un Jrue Holiday que salió en el mismo traspaso y el mayor de los Antetokounmpo, tras una cantidad ingente de especulaciones, decidió extender su contrato con el equipo y seguir vistiendo la única camiseta que ha vestido en su vida. Algo que dio cierto respiro a los Bucks, que a su pesar entraron en una vorágine de irregularidad que no terminaba de cerrarse y que cuando parecían emerger de forma definitiva caían contra los Celtics en el Garden con la consiguiente imagen para la polémica: la de Giannis y Griffin intercambiando palabras en no muy buen tono en la parte de los marcadores. Mala cosa.

Desde entonces, parece que las cosas han mejorado para los Bucks. Tercera victoria consecutiva tras la lograda esta noche ante los Heat (124-131, su bestia negra el curso pasado, ese verdugo inesperado que no estaba al nivel pero que acabó con las teorías y los pronósticos y, con Erik Spoelstra y Jimmy Butler, se coló en las Finales de la NBA. Lo bueno para los Heat es, que si bien el entrenador sigue en su lugar (el que más tiempo lleva ligado a la misma franquicia de toda la competición tras Gregg Popovich), Jimmy Butler era baja. Algo que bien puede servir de excusa, ya que los Heat contaron con apenas ocho jugadores en la rotación, de los cuales seis pasaron de la decena de puntos. El líder fue Bam Adebayo: 31 tantos, 10 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones.

En los Bucks, los de siempre durante este curso, una tendencia que no para de repetirse: Giannis y Lillard. El griego logró su 11º doble-doble de la temporada y se fue a 33 puntos, 10 rechaces, 5 asistencias, 3 robos y 1 tapón, lanzando con un 11 de 16 en tiros de campo, 1 de 2 en triples y 10 de 13 desde la personal. El base, por su parte, se fue a un 32+4+9 y un 9 de 18 en la serie de lanzamiento. Los Bucks, que anotaron 14 triples en 30 intentos, no fraguaron su victoria hasta el último periodo, cuando inclinaron definitivamente la balanza con un parcial de 39-27.

La victoria no sólo permite a los Bucks sumar en el contexto de la regular season, también clasificarse para los cuartos de final del In-Season Tournament, eliminando por el camino a los Heat. La Copa NBA, como se la llama coloquialmente, está en su primera edición y la semana que viene tendremos al primer ganador de la misma. Entre el 4 y el 5 de diciembre se celebran los cuartos de final, el 7 tendrán lugar las semifinales y el 9 la gran final. Todo ello con sede en Las Vegas, un deseo expreso de Adam Silver que ve cumplidas unas de las exigencias que demandaba a la competición norteamericana. Los Knicks serán los rivales de Giannis y Lillard (13-5). En el resto, a seguir sumando. Al fin y al cabo, para un hombre como Antetokounmpo esta es una amenaza mucho menor que todas las que tiene pendiente. Que no son pocas, ojo.

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