Kyrie Irving debuta sonriendo

Kyrie pisó definitivamente tierra en su nuevo equipo, Dallas Mavericks. Se puso la camiseta (la cuarta para él en la NBA: Cavaliers, Celtics y Nets antes), regresó al número 2 con el que fue campeón en los Cavaliers y dejó atrás el 11 que no le ha traído mucha suerte. Y jugó, debutó en pista de Los Angeles Clippers, un equipo que se ha convertido en un rival muy directo de los Mavs, por sus duelos en playoffs (calientes) de los últimos años y porque ambos equipos andan en una situación similar en la clasificación, en esa zona del Oeste en el que una buena semana te manda al cuarto puesto y una mala, al play-in. Los dos están también pendientes del cierre de mercado, esta noche (21:00 hora española). Los Mavs buscan una última pieza, seguramente un alero de perfil defensivo. Los Clippers… algo. Parece que un base, pero lo que sea que pueda hacer que haga click un proyecto al que se le agotan las oportunidades.

Debutó Kyrie, todavía sin Luka Doncic, que está a punto de volver y que cuida sus problemas (talón, tobillo…). Y los Mavs ganaron, dos victorias seguidas después de siete derrotas en sus siete primeros partidos sin el esloveno: 104-110 y un 30-26 con el que adelantan, por un milímetro, a su rival de esta noche, que queda en 31-27. Ahora, cuartos los texanos y sextos los angelinos. Mañana, a saber… Pero la noticia no estaba en la calculadora del Oeste, claro. Kyrie jugó, anotó 24 puntos y repartió 5 asistencias que equilibró con 5 pérdidas. Acabó (9/17 en tiros) completando un buen partido, sin fuegos artificiales pero con el talento que le conocemos (ese no es el debate) de sobra. Canastas marca de la casa y un ritmo de juego mucho más alto que el que le gusta aplicar a Doncic. Los Mavs no extrañaron el concepto porque están habituados a jugar así, gravitando en torno a una gran estrella. La cuestión de ajuste llegará con el regreso de Doncic, cuando veamos a los dos juntos en pista. En el banquillo, el esloveno se mostró feliz: “Es genial, es obvio lo bueno que es. Creo de verdad que nos vamos a divertir... Está claro que ahora las expectativas son mayores, así que tenemos que hacer que funcione, y creo que lo haremos”.

Kyrie, de cuya cabeza y extraño carácter depende en gran parte el éxito de este experimento, también dijo lo correcto para la ocasión: “Ha sido increíble. Estaba nervioso, intentando aclimatarme porque han sido 96 horas muy largas. Estoy muy agradecido de jugar con unos compañeros tan generosos, nada egoístas. Me ha gustado mucho”. Doncic celebró sus primeras canastas con los Mavericks de pie, de chándal. Todo buenas sensaciones, como tiene que ser cuando desenvuelves el regalo.

La victoria de los Mavs se basó en una noche extraordinaria en el tiro exterior: 17/35 en triples, 9/13 en un primer cuarto estruendoso (se pasó por un 21-40 y se acabó en 25-41) en el que fimaron un 9/13. Reggie Bullock anotó los cinco primeros que tiró (acabó en 6/12), Tim Hardaway Jr metió los que había que meter (4/6, 19 puntos) y hasta Theo Pinson, generalmente un animador en el banquillo, embocó los suyos en el inicio del último cuarto, cuando se frustraron definitivamente los planes de remontada de unos Clippers como tantas veces inconexos, irregulares. Que convirtieron ese -19 en un 76-77 todavía en el tercer cuarto pero no consumaron el vuelco. Que jugaron con poco ritmo, sin presencia interior, con Paul George mal (al final, 20 puntos con 20 tiros) y un Kawhi Leonard que solo apareció (18 puntos al final) de verdad en el tercer cuarto. Y que transmitieron menos alegría y mucha menos energía que unos Mavericks que acabaron con una sonrisa de oreja a oreja este prólogo de una nueva era. Ahora falta que vuelva Doncic… y veremos hasta dónde llegan.

OTROS RESULTADOS EN LA CONFERENCIA OESTE

P. TRAIL BLAZERS 125-G.S. WARRIORS 122

HOUSTON ROCKETS 128-SACRAMENTO KINGS 130

UTAH JAZZ 118-MINNESOTA TIMBERWOLVES 143