Irving y Doncic no saben ganar

Cuando juntas jugadores que no han compartido nunca una pista de baloncesto lo lógico es que necesiten tiempo para entenderse, aclimatarse, acostumbrarse el uno al otro. Para que la cosa funcione de verdad. Suponemos que eso será lo que estén pensando los aficionados de los Dallas Mavericks después de ver cómo su equipo ha vuelto a perder, ya van dos de dos, con Luka Doncic y Kyrie Irving juntos. Hubo un momento no tan lejano en la temporada en el que los Mavs eran incapaces de ganar sin Doncic (0-7). Después consiguieron dos victorias seguidas sin el esloveno, la segunda en el primer partido de Irving. Ahora la asignatura pendiente es ganar con los dos. Quién se lo iba a decir.

Hace dos días cayeron en la prórroga en Sacramento después de que De’Aaron Fox les hiciera un porrón de puntos entre el último cuarto y el tiempo extra. Hoy ese jugador en racha fue Irving, que anotó 26 de sus 36 tantos en los últimos 12 minutos. Es el último cuarto más anotador de su carrera y fue una carrera contra el reloj para reducir una ventaja que llegó a ser de 26 tantos a mediados del tercer periodo. Hasta entonces los Wolves habían hecho el partido suyo, con un Anthony Edwards que va a jugar su primer All Star porque, efectivamente, es un jugador All Star. 32 puntos para él, máximo anotador de los suyos. También gran encuentro de Rudy Gobert (21+14), que ya es oficial que juega mejor sin Towns al lado. Es curioso cómo la simple suma de estrellas no siempre hace mejores a los equipos. Y bien también Mike Conley (12 y 9 asistencias), tirando menos que De’Angelo Russell pero con efectividad y dando al equipo lo que necesita en la dirección.

Enfrente, 69 puntos entre Doncic e Irving. 33 del esloveno, de más a menos, y 36 de su nuevo compañero, de menos a más. Una versión muy parecida a la de Sacramento, en la que ya parecieron entenderse durante gran parte del encuentro, pero en la que todavía no son capaces de multiplicar los beneficios que saca cada uno. Se respetan, se dejan hacer, pero les cuesta sumar a la vez. Hemos visto un gran Doncic y un gran Irving, pero casi nunca a la vez. Si Jason Kidd consigue que eso pase tendrá un arma de destrucción masiva. De momento tiene dos pistolas de gran calibre que no disparan a la vez y con las que aún no ha ganado a nadie.