Irving, rey de Nueva York

Brooklyn Nets no lo está pasando bien en este mes de enero. Tras acumular un racha increíble de 18 victorias en 20 partidos del 27 de noviembre hasta el 8 de enero y escalar de manera considerable en la Conferencia Este, todo quedó en suspenso con la baja de Kevin Durant. La rodilla del fantástico alero fue un puñetazo en las costillas de la franquicia que les dejó sin aire: 8 encuentros, solo 2 triunfos ante Utah Jazz y Golden State Warriors. Porque todo es más difícil sin KD.

Así que el derbi de Nueva York contra los Knicks llegaba con urgencia. Con la necesidad de dar un volantazo dentro de un escenario de dos derrotas seguidas y con los de arriba sin intención de esperar a que los Nets recuperen fuelle. Y Brooklyn dio una bocanada de aire en casa contra su vecino: 122-115 con un Kyrie Irving fabuloso.

“Me encanta vencerlos, jugar contra ellos, aunque en general se trata solo de alcanzar el objetivo: ganar el partido. No es nada personal”, dijo el base, que creció en Nueva Jersey, la antigua casa de unos Nets que le vieron entrar en trance en el último y definitivo periodo: 21 de sus 32 puntos llegaron en los nueve minutos y medio finales, cuando los Knicks aún tenían esperanzas de acabar con una racha de ya seis derrotas seguidas contra Brookyn: no ganan el derbi desde el 26 de enero de 2020, el día del trágico fallecimiento de Kobe Bryant. Es el sexto partido de Irving con 30 o más puntos, récord de la franquicia.

A lomos de Brunson (26 tantos) y Barrett (24), los Knicks llegaron a ponerse a cinco puntos (88-83) al inicio del último cuarto, y fue ahí, en ese instante, cuando Irving les golpeó con mayor virulencia para cortarles las alas. El base enlazó 8 tantos con un par de triples que estiró las diferencias hasta el ya inalcanzable 104-90. A pesar de la derrota, la franquicia de la Gran Manzana continúa en la séptima posición del Este, asentada en el play in y con un ojo puesto todavía en las posición que dan acceso directo al playoffs. Entrar en la postemporada sería toda hazaña, la segunda vez en las últimas diez temporadas. Y, eso, ya es mucho para los Knicks.