Ingram y Zion, frenada en seco

Las cosas no iban mal para los Pelicans hasta que aparecieron los Jazz. Y no porque sean particularmente mejores, simplemente por puro atragante. El equipo liderado por Brandon Ingram y Zion Williamson iba 9-7 tras conseguir tres victorias consecutivas y cinco en los últimos seis partidos, superando así un inicio dubitativo y ganando cierta fiabilidad. Pero Salt Lake City, un lugar dentro del estado mormón en el que la gente se va a dormir muy pronto pero se convierte en acérrima cuando se viste de público de baloncesto, ha sido demasiado para ambos. Y si el otro día cayeron de poco (105-100) hoy ha sido de menos todavía (114-112). Tras una remontada en los últimos minutos, los Pelicans, que iban 7 abajo, se pusieron a 2 y con balón para la victoria o forzar la prórroga. El lanzamiento en suspensión no entró, como tampoco el caprichoso palmeo de Naji Marshall. El balón quedó dividido. Y el tiempo se acabó.

Ingram anotó 25 puntos, con 4 rebotes y 5 asistencias, mientras que Zion se fue a 26+4+7. Buen partido también de Jonas Valanciunas (14, con 13 rechaces) y de un Marshall que hizo un poco de todo: 14+9+3, con 3 robos de balón. En los Jazz, hasta siete jugadores llegaron a los dobles dígitos en anotación y se repartieron hasta 31 asistencias, dando buena muestra del juego colaborativo que desarrolla el equipo entrenado por Will Hardy, un joven entrenador con muchas ideas pero obligado, en parte por Dann Ainge y en parte por la situación de la entidad, a una reconstrucción que igual se le quede corta, pero que le servirá seguro como trampolín para el futuro. Los de Utah salen un poco del pozo tras dos victorias consecutivas (5-11), pero parecen pensar más en el largo plazo que en alcanzar unos playoffs prácticamente utópicos ahora mismo y que no cuadran con los objetivos de Ainge ni de la franquicia. Que no están en este año, por mucho que le pese a según quién.

INDIANA PACERS 110 - 114 PORTLAND TRAIL BLAZERS

Curiosamente, tuvieron que ser los Blazers los que le cortaran las alas a Tyrese Haliburton. El equipo de Oregón no tiene precisamente mucho a lo que aferrarse tras un inicio de temporada marcado por los movimiento veraniegos: la salida de Damian Lillard, baluarte de Portland y luego de Jrue Holiday, que llegó en ese mismo traspaso. Las cosas no funcionaban ni con DeAndre Ayton ni con el joven Scoot Henderson, una de las promesas del draft. Pero la moneda salió cara ante los Pacers, un equipo que defiende tan mal como bien ataca. Ayton se fue a 22 puntos y 13 rebotes, Jerami Grant sumó un 34+7+3, Malcolm Brogdon (otro de los que llegó tras el terremoto del verano) a 24 y el joven Henderson a 13. Para los Pacers, los 33 tantos y 9 asistencias fueron estupendos, pero no suficiente. El conjunto de Rick Carlisle suma una derrota inesperada (9-7), mientras que los de Oregón se hacen con una victoria que puede ser un bálsamo (5-12) por el mal inicio y las críticas recibidas de forma constante.

DETROIT PISTONS 107 - 126 WASHINGTON WIZARDS

Duelo de la parte baja de la Conferencia Este y de la NBA, concretamente entre los dos peores equipos de la competición norteamericana. Un puesto con el que se quedan en solitario los Pistons (2-15 ahora), que cayeron sin pudor ante los capitalinos tras una segunda mitad en la que se fraguó la distancia (69-53 de parcial) que inclinó la balanza. Kyle Kuzma se reencontró con la mejor versión de sí mismo y consiguió 32 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias. En Detroit, el 26+5+7 de Cade Cunningham o los 12 tantos, 14 rechaces y 5 tapones de Jalen Duren fueron insuficientes. El fichaje de Monty Williams por una cantidad ingente de dinero de momento está siendo inútil para una plantilla a la que se le presupone más talento que el que muestran sus resultados.

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