Houston vuelve a flaquear, ahora sin participación de Garuba

Los Cavaliers salieron ganadores del duelo de este jueves con los Rockets dentro del Toyota Center y con autoridad. El equipo de Cleveland había pasado un pequeño trance, con una racha de tres caídas en cuatro duelos, pero se vio aliviado al encontrarse enfrente a un rival de menos entidad que los anteriores. Esta Houston dista mucho de la que vimos durante la etapa allí de James Harden. Esta Houston es un revoltijo de jugadores inexpertos en la que falta mucho por trabajar. Pocos halos de luz salen de allí.

Garuba fue protagonista sin estar sobre la pista. Precisamente por eso. En el duelo español contra Ricky Rubio (5 puntos y 7 asistencias en 17 minutos) no actuó. Y no es flor de un día, sino de dos. En el partido anterior, con los Wizards, Stephen Silas optó por Bruno Fernando para dar el relevo interior desde el banquillo y condenó al deportista de Azuqueca de Henares. Visto que salió bien, pese a que también perdieron contra los capitalinos, la estrategia se volvió a repetir como el back-to-back que era. Hasta Boban Marjanovic, habitualmente residual, tuvo para jugar. Tari Eason, otro hombre grande, fue el mejor de los locales con 18 puntos y 11 rebotes mientras que en los Cavs destacaron Garland (26) y Mobley (21). Falta ver si el técnico de los texanos recula y da de nuevo chance a Usman, que se ha mostrado válido para defender varias posiciones y aportar energía como suplente pese a tener otras carencias, o si el hueco ganado este curso se parece cada vez más al reducto con el que se tenía que conformar en el anterior.

Los Rockets sólo han ganado un partido, contra Minnesota, en lo que llevamos de año. Únicamente once triunfos cuando nos acercamos a la barrera de los cincuenta duelos disputados en la temporada. En éste, roto al descanso y sin solución de continuidad para ellos, anotaron cinco triples cuando esta faceta se llegó a convertir en su sello de identidad en esos buenos años antes mencionados. Un ajuste a peor, a mucho peor, para una franquicia en la que los cambios son más necesarios cuantos más días pasan.

Iniciándose el choque ya se vieron parte de los problemas de los de Silas. Sengun, con demasiada responsabilidad en ambos lados de la cancha, tenía que lidiar con la falta de comunicación de sus compañeros para hacer ayudas y cambiar de marcas, lo que fue provocando que jugadores de los Cavaliers finalizaran con más facilidad cerca del aro. Al final del primer cuarto, con Ricky Rubio dirigiendo bien las operaciones, los visitantes desgarraron el marcador entre Mobley y Wade. Ese parcial de 6-16 dio el paso de un periodo a otro y en el segundo siguió la sangría. Garland, más efectivo en esa manga, lideró otro tirón para dejar, al borde del descanso, la diferencia a uno de los treinta. Poco más que aportar salvo que duelos individuales por parte de Houston, otro de los quebraderos de cabeza de un equipo poco equipo.