Harden se venga de los Sixers con el plato más frío

Los Sixers son un dechado de malas vibraciones y no hacen más que multiplicarlas. Exponencialmente. Y llevamos un mes de competición. Este domingo por la noche volvió a fallar Joel Embiid, al que le tiene que bajar la inflamación en la rodilla izquierda para regresar, y por una pequeña torcedura en la misma parte del cuerpo Paul George tampoco estuvo. Claro, ante semejante panorama y con una plantilla que está lejos de creer en milagros, recibir a un equipo que llevaba cuatro victorias seguidas les hacía tremendamente vulnerables.

Todo llevaba a la misma desembocadura y ahí acabó el resultado. 99-125, otra jornada pavorosa para los de Philly, y 3-13 de balance clasificatorio en el Este. Sólo los Wizards, tanto en esa conferencia como en la NBA en conjunto, barajan un récord peor que el suyo. Los Angeles Clippers fue la franquicia que se aprovechó de las circunstancias. Un jugador en concreto: James Harden, autor de 23 puntos (12 de ellos desde el tiro libre), machacó a sus ex, les mandó al suelo y les remató para que no se levantaran. Hace trece meses que ‘The Beard’ cambió a uno por otro después de cabrearse con el máximo responsable deportivo, su admirador Daryl Morey, y declararse en rebeldía. Llegó la venganza en el plato más frío posible.

Los Clippers están implicando, además, cada vez a más actores. Para este duelo era baja Norman Powell, que ha sido uno de los sustentos ofensivos en las primeras semanas, y Lue ha ido jugando con la rotación de forma inteligente. George salió y Leonard está lesionado, por lo que Harden es el exterior que se ha quedado al mando de todo; implicar a Porter o Dunn, nuevos allí, y ver si se puede recuperar a Hyland para el baloncesto, tareas en las que el técnico se ha puesto a trabajar. Están respondiendo con creces. Ascenso a los cielos.

Harden inició la cuenta visitante con un triple, preludio de lo que vendría. La disposición con Dunn al lado le dejó como escolta los primeros minutos, en los que L.A. fue como un moto. Agilidad en las transiciones, rapidez para mover el balón de un lado a otro. Y el acierto, obvio. Seis puntos del barbudo en un minuto situaban 17 de margen con el 13-30. Se quedaría corto. Sí es cierto que con los primeros relevos el nivel de los Clippers decreció, sólo Bamba sacó rédito. Zubac y él se vieron sin la competencia de Embiid y se vistieron con el traje de los domingos. Superioridad abismal. Incluso pasando casi cinco minutos sin anotar los Clippers conservaban una buena ventaja, que nunca bajó de la decena. Al volver del descanso Harden y Zubac jugaron varias acciones en dos por dos, con resultado óptimo, y terminando el tercer cuarto el margen se había disparado a la frontera no de los 20 sino de los 30. Los Sixers olían a podrido. Uno de sus salvadores últimamente, el novato Jared McCain, no tuvo su día más acertado, 3/15 en tiros, y aun así le dio para ser el máximo anotador de Philly con 18. Los Sixers necesitan piernas e ideas frescas o van al hoyo.

Otros resultados de la jornada en la NBA:

Celtics 107 - 105 Timberwolves

Heat 123 - 118 Mavericks

Pacers 115 - 103 Wizards

Kings 103 - 108 Nets

Cavaliers 122 - 108 Raptors

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