El martillo pilón de los Celtics

Nadie puede con los Celtics. Uno de los favoritos a a ser el próximo campeón de la NBA 2023, se ponen 2-0 en la serie ante los Hawks con relativa facilidad. Una victoria controlada (119-106), cimentada en un extraordinario trabajo coral en el que todos han participado. Y una serie ligeramente insulsa, con un pronóstico sencillo, ante un rival que, por mucho que venga de disputar un solo partido en el play in (a los Heat) está por talento y récord a años luz de los verdes. Son 16 victorias de diferencia (57 a 41) y objetivos distintos, con unos luchando por el título y otros para que el proyecto no se vaya al traste. En el segundo asalto han competido a ratos, pero la sensación es que los locales han ganado cuando han querido. Y que va a ser complicado para los Hawks incluso hacerse con uno de los dos próximos partidos, que se disputan en Atlanta. Una victoria, aunque sea solitaria, sería un logro fantástico para encarar el verano con otra cara. Pero, de momento, parece lejana. Por resultados, pero también por sensaciones.

Los Celtics se impusieron a los Hawks con seguridad, buena selección de tiro, defensa cuando fue necesaria y, claro, talento individual. Lanzaron con casi el 56% en tiros de campo y superaron el 45% en triples, además de repartir 28 asistencias. Los Hawks empezaron envalentonados (13-22), pero los Celtics pronto dieron la vuelta a la situación (28-25 al final del primer periodo). Abrieron camino en el segundo cuarto con un parcial de 33-24 y luego mantuvieron la ventaja, siempre con sus rivales al acecho. En el último periodo se llegaron a poner a 8 puntos (96-88), que a falta de 2 minutos eran 20 (119-99). Otra vez: cuando tienen que apretar, lo hacen con una facilidad casi pasmosa. De forma simple y contundente. Haciendo lo que mejor saben hacer. Se apoyan en un Garden ávido de títulos. En eso están los Celtics, obviamente.

En los Hawks, Trae Young anotó 24 puntos, pero perdió 5 balones. Algo mejor estuvo Dejounte Murray, con 29, 6 rebotes, 6 asistencias y 4 robos, además de 7 de 13 en triples. Bogdan Bogdanovic logró 18, De’Andre Hunter los mismos (con 12 rebotes). El equipo de Atlanta solo lanzó 8 tiros libres en todo el encuentro, un arbitraje casero que será distinto en el State Farm Arena, aunque ya veremos si lo suficiente como para que se incline la balanza en dirección contraria. John Collins, por cierto, no estuvo en el choque: 2 de 11 en tiros de campo con 2 de 7 en triples. Quin Snyder lo probó asegurando, como suele ser habitual en los Hawks, muchos intentos exteriores... pero 48 lanzamientos de tres intentados parecen demasiados incluso cuando vas tirando de desesperación.

Mejor estuvieron, es evidente, los Celtics: 29 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias de Jayson Tatum;b 26, con 7 rechaces de un Derrick White que dinamitó definitivamente el encuentro en el último cuarto, en el que anotó 14 tantos. 18 de un Jaylen Brown que hizo de todo (3 rebotes, 2 asistencias, 3 robos y 2 tapones). Y 14+5+6+3 de Marcus Smart, 13+7+8 de Malcolm Brogdon desde el banquillo... En fin: una nueva victoria que no causó ningún revuelo, no ha generado ninguna sorpresa y sigue el guion previsto en estos playoffs 2023. Los Celtics, si todo sigue igual, llegarán descansados a unas semifinales (de momento, hipotéticas) ante los Sixers. Y ahí se verán verdaderamente dónde están unos y otros. Y si los Celtics pueden realmente ganar el anillo. Es lo que todo el mundo quiere saber. Pero tan importante será el resultado como el proceso. El camino. Y eso tenemos que disfrutarlo también, claro.