Doncic se lesiona, Dallas lo resiste

El curso de los acontecimientos atropelló a Luka Doncic en la noche del jueves en el FootPrint Center. Entró al partido después de conocer que será titular en el próximo All-Star, ya que se anunció en televisión al inicio de la jornada de la NBA, y su actuación terminó habiéndose jugado sólo 3:06 minutos del duelo con los Suns. En un giro tras penetrar por su derecha pisó el pie de Mikal Bridges y su tobillo izquierdo se torció de mala manera. Ahí acabó todo para él. El resto del duelo tuvo que ser sin el esloveno. Se le practicaron unos rayos mientras todavía se disputaba juego en la cancha y de primeras se pudo descartar una lesión grave, aunque no se conoce el alcance exacto ni los días de baja.

“Probablemente tendremos más información cuando lleguemos a Utah”, dijo Kidd tras el encuentro. Se refiere, obviamente, al viaje inminente del equipo para jugar el sábado contra los Jazz, no al Partido de las Estrellas que también se disputa en ese pabellón y para el que Luka ya tiene el billete. “Pero se le veía feliz, estaba contento por los compañeros”, añadió el técnico. Normal. Porque Dallas agarró una victoria importante, al ser Phoenix un rival directo en el Oeste y tener entre ellos una historia intensa y extensa.

La baja del jugador más representativo de los Mavericks, que por primera vez se quedó a cero en lo que lleva de carrera en la NBA, obligó a alguien a dar un plus. Obviamente todos lo tuvieron que hacer, y el esfuerzo colectivo fue lo que les llevó a triunfar, pero se notó más en Spencer Dinwiddie. El base-escolta cerró el encuentro con 36+9 para ser el principal motor de los texanos durante el mismo. Una subida a una cima alta, ya que además de no poder contar con Doncic tampoco lo podían hacer con Wood y este doble duelo fuera de casa era importante asegurarlo para quitarse de encima a equipos del mismo lado del cuadro. Esfuerzo motivador para el futuro contra las adversidades.

Para Dallas es venirse arriba, es una zanahoria después de tanto palo. Llevaban cinco derrotas en seis partidos y han tenido un enero descarnado. El equipo contrario también contaba con una ausencia significativa, Devin Booker, pero se agarró cual lapa al encuentro y lo puso realmente complicado. Habrá que ver en qué se traduce lo de Doncic, igualmente, porque los satélites orbitan alrededor de él y esa parte de su cuerpo ya ha sufrido en el pasado: nueve partidos fuera el curso pasado y, contando también el tobillo derecho, otros once en el anterior. Pero en los Mavs preferirán quedarse con la alegría, claro, al menos hasta que se sepa algo con más certeza. El último arreón de los Suns fue duro, pero lo aguantaron. Smith y Green pusieron el +9 a mitad del último cuarto con dos triples, pero no se iban a quedar ahí los locales: Cam Johnson (22) respondió con otros dos y no les dejó ir tan fácil. Chris Paul (22) también apareció por partida doble, ya en el último minuto, con dos bandejas bien trabajadas en penetración. Con Phoenix sólo a uno, 95-96, se mandó a la línea de libres a Reggie Bullock, como querían los de Arizona, y el tirador erró el segundo de ellos. Pero el rebote fue lo que desbarató el plan, porque fue a parar a las manos de Dwight Powell después de saltar bien verticalmente y agarrar con fuerza el esférico. El pívot canadiense, pese al intento de distracción de Paul en la personal, sentenció anotando -ahora sí- los dos lanzamientos. Júbilo moderado pero merecido.