Booker y Durant resucitan a los Suns

Con el brillo de los elementos que menos resaltan de manera habitual. Con el paso adelante de dos de los jugadores a los que se les presume más importancia. Con el tributo a una forma de jugar que fue tendencia allí hace más de una década. Así se mantuvieron los Suns a flote en el primer partido en el que la eliminatoria de segunda ronda de los Playoffs 2023 con los Nuggets pisaba su pabellón, el FootPrint Center, para obtener el primer punto de la misma.

Los de Monty Williams vencieron 121-114 a su rival en una noche en la que el técnico tuvo que hacer ajustes necesarios para llegar al nivel a lo que el favorito, Denver (primer clasificado de la conferencia en la regular season), había propuesto en los primeros dos envites.

Por lo que les traía a cuenta era hora de cambiar la marcha. Hacerlo sin el que habitualmente controla la palanca es más complicado. Chris Paul fue baja, otra vez en un momento importante, por un tirón en la ingle y tocó jugar sin sus directrices, pero eso sirvió para tocar en la fibra de aquellos que podían y debían cubrir su ausencia. Booker y Durant firmaron 86 puntos entre los dos y Payne, que estaba nadando en la nada, pusieron de su parte para vencer.

Lo malo para los Suns es que, pese al jolgorio, se dejan ver otros problemas que son más complicados de resolver. DeAndre Ayton, el pívot titular y todo un número uno de draft, estuvo menos de lo esperado tanto por la acumulación de faltas como por su poca influencia en el juego, así lo reconoció Monty en rueda de prensa, y volvió a demostrar que tiene escasa tolerancia a frustraciones como ésas (en el pasado reconoció que había renovado sin hablarse con el entrenador, hoy tocó despreciar la opinión de Paul como se ve en una imagen ya viral que no captó la retransmisión televisiva). Un lunar en todo esto. Porque las actuaciones de los otros dos en discordia son para enmarcar: por primera vez en unos playoffs vemos a alguien con 39 puntos, 9 rebotes y 8 asistencias sin sumar ninguna pérdida, como hizo Kevin Durant, y a alguien con 47 puntos, 6 rebotes y 9 asistencias en un 80% de acierto en tiros, como hizo Devin Booker. Las situaciones límites obligan a sacar lo mejor de los que pueden con el peso de la historia y este viernes se separó lo divino de lo humano.

Para Phoenix era complicado enfrentarse a un 2-0 en contra con el jugador que ha elevado este proyecto a otro nivel, Paul, fuera de circulación. Por ello debían buscar nuevas vías. Había que cambiar. Este encuentro fue una montaña rusa. A eso se podía jugar. Hacerlo loco. Y sí, es lo que les funcionó. A rachas los Suns pegaron un empellón en el segundo cuarto que se resume en un parcial de 38-21, abrasivo, en el que Booker y Durant ya demostraban que estaban en una versión mucha más positiva que en anteriores encuentros. Después del descanso reaccionaron los Nuggets y el encuentro se puso, de nuevo, en un puño. Nikola Jokic también hizo un partido nunca antes visto (30 puntos, 17 rebotes, 17 asistencias y noveno triple-doble en las series por el título, el que más ha logrado en la NBA junto a un Wilt Chamberlain con el que empata), Murray (32), Porter (21) y hasta un Gordon no tan acertado (4/14 en tiros) eran jugadores a los que echar mano, y enfrente estaba un bloque deshilachado. ¿Cómo cambiar la dinámica, al menos en un partido, y romper el esquema de un rival con tanta estabilidad? A puro fuego. El del desierto de Arizona ahora que se acerca el verano, el del sol de los Suns que tanto alumbra las mentes de esos aficionados. En la apertura del último cuarto se produjo la ruptura -y esto es importante detallarlo- con Jokic en el banquillo, con Landale sustituyendo a un Ayton comido por las personales, dando a Payne el protagonismo que necesitaba (con la vibra de 2021) y haciendo más con menos. Un 7-0 de parcial, un pequeño tirón, al abrir ese cuarto acto le valió a los Suns: Booker aportó dos canastones en contacto y Cam, que fue el que imprimió más velocidad a las transiciones de la misma manera que se jugaba en aquella Phoenix de D’Antoni hace más de diez años, conectó un triple. La ventaja cayó de su lado y no les volvió a abandonar pese a los buenos intentos de Michael Porter por remontar una segunda vez en el partido.