Bendita locura: Butler confirma la debacle de los Bucks

Vivir para ver: los Heat eliminan a los Bucks. Un octavo elimina a un primero por sexta vez en la historia. Antes, hicieron lo mismo Nuggets (1994), Knicks (1999), Warriors (2007), Grizzlies (2011) y Sixers (2012). Espectacular, único, mágico, místico. No tiene sentido ni explicación. Ha sido contra todo pronóstico, con una lesión de Giannis Antetokounmpo mediante y un posterior retorno, el del griego, para perder dos partidos consecutivos que tenían en el bolsillo y que dejaron escapar. Jimmy Butler volvió a obrar el milagro en una lucha titánica para llevar a los Heat a semifinales de Conferencia, donde se medirán a los Knicks. Una serie que perfectamente pueden ganar para plantarse en las finales del Este por segundo año consecutivo y por tercera vez desde 2020, donde alcanzaron las de la NBA. Así son las incontables vidas de Erik Spoelstra, que en una machada casi sin precedentes ha convertido a un equipo desmadejado deportivamente durante la regular season, en algo parecido a un aspirante. Increíble.

Vayamos por partes: los Bucks ganaban 102-86 a la conclusión del tercer periodo. Les había costado, pero por fin se separaron de unos incómodos rivales, que nunca dan el partido por perdido. En el choque anterior se pasó de un 89-101 a un 102-101 en 3 minutos, en Florida. Ahora, con menos de 6 estaban 108-99 y a poco más de 2, empate a 111. En ese periodo de tiempo, Butler anotó 12 puntos consecutivos sin fallo. Y todavía quedaba más: con iguales a 113, Kevin Love, que está viviendo una segunda juventud (15 puntos y 12 rebotes, gran partido el suyo) cometió su sexta falta personal y se iba al banquillo. Khris Middleton anotó los dos tiros libres, los Heat fallaron y Jrue Holiday acertó de nuevo desde la línea. Tenían el partido: 117-113 con 14 segundos para la conclusión. Gabe Vincent (116-117) anotó un triple y Kyle Lowry, curtido en mil batallas, le robó limpiamente el balón a Middleton, pero los árbitros pitaron falta. En la revisión le dieron la razón a los Heat, pero se señaló salto entre dos. Y hubo locura.

Los Bucks ganaron el salto, pero Middleton falló uno de los dos tiros libres. Quedaban 2,1 segundos. Los Heat sacaron de banda, con Giannis cubriendo todos los puntos de vista que Vincent pudiera tener. Pero encontró a Butler, debajo del aro y éste, cayéndose, la metió. Prórroga. Ahí ya las cosas estaban claras: los Heat, con dinámica ascendente, dominaron con rotundidad. Pero llegaron solo 2 arriba al final y con balón para los Bucks. El 126-128 fue el resultado final. Grayson Allen no concretó, además de lanzar fuera de tiempo, un intento que nadie quiso asumir. Y Giannis Antetokounmpo, en una objetiva catástrofe en la que el máximo favorito al anillo y campeón de la NBA en 2021, dice adiós. Antes de tiempo. Al menos, es lo que todos pensamos. Hace una semana semejante resultado parecía absolutamente inimaginable.

Giannis jugó a medias, no se le puede reprochar nada en el esfuerzo, pero sí el temor reverencial a lanzar tiros libres y la dificultad que tiene para hacerlo: 10 de 23 desde la línea y 7 pérdidas, una losa demasiado grande que esconde sus 38 puntos y 20 rebotes. Los 33 puntos (con 6 rechaces y 6 asistencias) de Khris Middleton sirvieron por momentos, pero no fueron suficientes al final. Brook Lopez se fue a 18+10 y Jrue Holiday a 16+9+6, pero Mike Budenholzer se quedó sin respuestas ante Butler y los Bucks, que llegaron a ganar de 16, recibieron un incontestable 16-32 de parcial en un último cuarto en el que tampoco encontraron soluciones en ataque. Igual porque no las había. Muchas veces, en la NBA, parece que hay cosas que pasan porque así lo quiere el destino. O así lo debieron pensar los Bucks, a los que les falló mentalmente el miedo a la eliminación y a que les pasara lo mismo que en el cuarto partido. Y, efectivamente, eso sucedió.

En los Heat, ya se sabe: Butler fue el capitán general, el encargado de remontar. Love no fue el único en acabar fuera por faltas, también hicieron lo mismo Lowry y Bam Adebayo (buen triple-doble el suyo de 20+10+10). El bueno de Jimmy se fue a 42 puntos, con 8 rebotes, 3 asistencias, 17 de 33 en tiros de campo, 3 de 10 en triples y 5 de 9 en tiros libres. Ha promediado 36,7 tantos y 6 rechaces en la serie rozando el 60% en tiros de campo y por encima del 40% en triples. Y ha convertido en nada los esfuerzos de los Bucks, que han apabullado en rebotes a sus rivales (76 a 56), han tirado mejor de tres (por encima del 42%) y han sido más tiempo mejores que sus rivales en los dos últimos partidos... perdiendo ambos. Una debacle absoluta potenciada por un entrenador históricamente bueno y una estrella que se crece ante la adversidad. Los Heat eliminan a los Bucks. El octavo de Conferencia al primero. Por sexta vez en la historia. Otra vez: vivir para ver.