Atlanta celebra dos veces y Cleveland es su principal víctima

Victoria de los Hawks en Atlanta para apaciguar un tanto los ánimos caldeados en la franquicia desde hace unos días. Nate McMillan fue despedido como entrenador el lunes, ahora ejerce Joe Prunty con carácter interino, y ganar a los Cavaliers ha supuesto el colofón a una noche en la que ha avanzado casi de forma definitiva la negociación para tener un nuevo jefe en el banquillo. Se espera que Quin Snyder, ex de los Jazz, se haga cargo de manera inmediata de ese puesto. Llegará en positivo a una franquicia, por las sensaciones y no por el balance clasificatorio de 30-30, con evidente talento en las manos de sus jugadores y, del mismo modo, una alarmante falta de gestión que deberá arreglar a la voz de ya.

El golpe de efecto se lo llevaron los Cavaliers, que llegaban avisados. Los de Bickerstaff acaban aquí un back-to-back que arroja dos derrotas, la de ayer contra los Nuggets en Cleveland y ésta, después del parón del All-Star. Pero este 136-119 escuece especialmente. En Georgia cayeron ante un rival directo de la conferencia, aunque le llevan ocho de ventaja en la clasificación, y el ritmo se puede haber frenado. Y en Atlanta ahora hay júbilo sostenido: por un lado se ha añadido una pieza de valor, Saddiq Bey, que se estaba desperdiciando en los Pistons, que están a otro cantar, pero por otro se analizará la llegada de Quin Snyder como una prueba del valor añadido que aporta Trae Young como líder.

Ricky Rubio había sido reservado en la primera parte de este doblete y este viernes se quedó en 2 puntos, 2 asistencias, 2 robos y 1 rebote en 12 minutos de presencia como suplente. Del backcourt mejor estuvo Darius Garland, con 33 puntos, y peor Donovan Mitchell, sólo con 19. El mencionado Trae Young fue el máximo anotador del encuentro con 34 tantos. Es la peor derrota del curso para los Cavs, un -17 y maquillado al final, y Elias Sports Bureau añade además que entraban al partido con el mejor ratio defensivo de toda la NBA. Un resbalón bastante brusco para los de Ohio, que no se vieron en ningún momento dispuestos a cazar esta victoria a domicilio. El ritmo anotador de los Hawks fue superior desde el cuarto inicial y en el segundo le endosaron 49 al oponente, sumando 81 en la primera mitad, por lo que todo se iba pintando del rojo intenso del equipo local. La defensa de los Cavaliers se vio agotada en su segundo esfuerzo en 24 horas: cedieron un 53% de acierto en tiros de tres y hasta un 59% en tiros de campo a unos Hawks que pudieron paladear este triunfo.