Anteto espanta el fantasma de Miami

En este inicio de temporada en el que los Nuggets siguen con el mismo hambre de victorias que antes de llevarse el anillo, en el que los Celtics avasallan a sus rivales, en el que los Mavs aún no conocen la derrota a lomos de un Doncic en modo MVP, o en el que Curry recuerda al mejor Curry de siempre, los Milwaukee Bucks aún están por arrancar. El otro gran transatlántico del Este junto al de Boston ha ganado esta noche a Miami (122-114) y se colocan otra vez por encima del 50% de victorias (2-1), después del patinazo en casa ante Atlanta 24 horas antes. Pero el triunfo ante los Heat deja más dudas que certezas, una vez más.

Era un duelo de cuentas pendientes. Llegaba a Milwaukee el equipo que les echó en primera ronda de playoffs hace unos meses y contra todo pronóstico. Y llegaba también el equipo al que Damian Lillard había dejado claro que quería marcharse este verano. El base (25 puntos) aclaró tanto antes como después del partido que no se lo tomaba como algo personal. Los Bucks en general sí parecieron tomárselo así en la primera parte, cuando llegaron a tener 14 puntos de ventaja. Y más aún en la segunda, llegando a estirar la diferencia a un +25 (103-78) a 10 minutos y medio del final.

Hasta entonces los Heat, sin Bam Adebayo, parecían lo mismo que han sido hasta ahora: un equipo triste que no va sobrado de recursos. Pero entonces los suplentes, que eran los que estaban en la pista en ese momento, lo pusieron todo patas arriba. Un parcial de 25-41 en el último cuarto puso en duda la victoria local, que vio como ese +25 se reducía a un +6 (115-109) a 1:22 del final tras un tiro en suspensión de Duncan Robinson. Tyler Herro, máximo anotador del encuentro con 35 puntos, era el único titular de los Heat que se mantenía en cancha. Erik Spoelstra no quiso meter de nuevo al resto y tiró hasta el final con los menos habituales: “Una parte de mí quería ver si podían seguir así hasta el final”.

No pudieron. 6 segundos después de la canasta de Robinson, Giannis Antetokounmpo conseguía una jugada de tres puntos que mataba el partido definitivamente. “Cuando tienes una oportunidad de alejarles, tienes que alejarles. Porque van a seguir acercándose”, reflexionaba Anteto (33 tantos para él) sobre los Heat. Un equipo que la temporada pasada ya protagonizó dos sonadas remontadas ante los Bucks en los dos últimos partidos de su eliminatoria de playoffs. En el cuarto ganaron 119-114 después de un parcial final de 30-13. Y en el quinto y definitivo encuentro de la serie sentenciaron en la prórroga (126-128) tras remontar una desventaja de 16 puntos en el último cuarto. Viejos fantasmas que se pasearon por el Fiserv Forum de Milwaukee, donde los aficionados aún esperan ver al superequipo que les habían prometido.

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