Memphis GrizzliesMEM
89
Phoenix SunsPHX
110
Finalizado

NBA | GRIZZLIES 80 - SUNS 110

Aldama reluce en el desastre de los Grizzlies

El jugador español carbura y es de los mejores de su equipo, sumido en una profunda crisis derivada de un verano de cambios y factores externos. Los Suns, últimos verdugos.

El jugador español carbura y es de los mejores de su equipo, sumido en una profunda crisis derivada de un verano de cambios y factores externos. Los Suns, últimos verdugos.Petre ThomasUSA TODAY Sports via Reuters Con

El pozo en el que están cayendo los Grizzlies es cada vez más hondo. Profundo. Infinito. Y pocos pronosticaban algo así incluso con los 25 partidos que se ganó a pulso Ja Morant en el curso pasado. Ahora, toca apechugar: el récord en este inicio de temporada es infame (3-12) y acumulan tres derrotas consecutivas, muchas de ellas por culpa de factores externos como las lesiones (Steve Adams a la cabeza), pero también algunas de deméritos propios. Es más, una plantilla que ahora mismo alinea a Demond Bane y Jaren Jackson es muy raro que no pueda sumar ante prácticamente nadie y los recuerdos de gente que ha salido este verano y lo está haciendo verdaderamente bien, como Dillon Brooks o Tyus Jones, escuece sobremanera. Y a todo esto hay que añadir una nueva lesión: la de Marcus Smart, su fichaje estelar, tras 11 partidos disputados. Es decir, una concatenación de malas noticias que deja destruido a un equipo que no lo parece y tiritando a un proyecto que afronta un año muy importante. Para bien o para mal.

Ante los Suns la historia fue la misma que hemos visto en otros partidos. Derrota de 21 puntos (89 - 110) en el contexto de un In-Season Tournament en el que ya sabemos que están eliminados, perdida del rebote (41 a 35), 13 balones perdidos y un 9 de 33 en triples, un pírrico 27,3%. Y eso que el equipo de Arizona jugó sin Kevin Durant ni Bradley Beal: fue Devin Booker el que anotó 40 puntos, con 5 rebotes, 4 asistencias y 4 robos, un 15 de 21 en tiros de campo y un 3 de 4 desde el exterior, además de 7 de 9 desde la personal. Los Grizzlies llegaron vivos al último periodo (73 - 81), pero sólo pudieron anotar 16 puntos más, fallando además seis de los siete triples intentados en los 12 minutos finales. Un desastre de dimensiones épicas que ya se ha vivido, y que el equipo de Taylor Jenkins parece obsesionado con rememorar de forma permanente.

Los Grizzlies son, en estos momentos, el tercer peor ataque de la NBA, el equipo con el peor porcentaje en tiros de campo, el segundo más malo en porcentaje de triples, el séptimo por la cola en rebotes y el cuarto peor en asistencias, además de cometer más de 14 pérdidas por noche. Su récord (3-12) les coloca en constante lucha con los Spurs para ver quién es el farolillo rojo de la Conferencia Oeste, además de ser el único equipo de la NBA que todavía no ha ganado ningún partido en casa esta temporada (0-7). Unos datos redondeados con el sexto peor net rating, y un reparto de juego en el que Desmond Bane y Jaren Jackson se van por encima de los 20 puntos por noche, pero no consiguen trasladar sus estadísticas al equipo ni dar la sensación de que su producción provenga de un todo o que esté encuadrada en un sistema.

El único que sale ganando en todo esto es Santi Aldama. El jugador español, que también ha sido uno de los muchos miembros de los Grizzlies que ha tenido problemas con las lesiones y empezó tarde la temporada (se reincorporó el 5 de noviembre) se aprovecha de las lesiones de sus compañeros y consigue asumir más lanzamientos y tener un rol más protagonista en un ecosistema herido de muerte, pero en el que su protagonismo siempre ha aumentado de forma paulatina desde su llegada a la mejor Liga del mundo, allá por 2021. Aldama anota más, rebotea más, lanza más y se atreve más que nunca. Ante los Suns se fue a 21 puntos y 5 rebotes, aunque irregular en el lanzamiento: 9 de 20 en tiros y 3 de 10 en triples. Eso sí, ha tenido encuentros en los que ha sumado una buena estadística con también grandes porcentajes.

El ala-pívot se va a más de 14 tantos y casi 6 rebotes de promedio, y ante Phoenix ha sumado su tercer partido de la temporada por encima de los 20 dígitos de anotación. Antes se fue a 24 contra los Lakers y, poco después, a 28 contra los Celtics, una actuación que redondeó con 12 rebotes y 6 asistencias, superando los 39 minutos en pista y consiguiendo el tope de su carrera en el primero, el tercero y el cuarto de dichos datos. Aldama ha participado además en las tres victorias de su equipo (antes de su llegada el récord era de 0-6) y ha dado algo más de amplitud a un juego muy reducido y predecible sin Morant, centrado en Bane y Jackson con muy pocos resultados. Es de las pocas buenas noticias para los Grizzlies, un desastre constante en el que también podemos encontrar ramalazos de brillo. Hablamos de Santi Aldama, claro.

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