A Wembanyama le dura poco la alegría

Los San Antonio Spurs ganaron tres partidos antes de que se cumpliese el primer mes de competición. En los siguientes 45 días no volvieron a conocer la victoria, hasta que el viernes derrotaron a los campeones del In Season Tournament, Los Angeles Lakers, entre un ambiente festivo en el pabellón. Viendo el encuentro de esta noche ante New Orleans Pelicans, da la sensación de que para ellos el trabajo ya está hecho. Al menos para las próximas semanas. Los texanos volvieron a la imagen deslavazada e impotente que han mostrado durante gran parte de lo que llevamos de curso para perder sin discusión (146-110).

El acierto en el triple puso el partido de cara a los Pelicans. Al descanso llevaban 11 con un 47,8% de acierto. Mención especial merecen Brandon Ingram y CJ McCollum, que habían metido 8 entre los dos con un solo fallo. Enfrente, Victor Wembanyama jugaba más cerca del aro, algo que ya se ha podido observar en los últimos encuentros de los Spurs, y casi firmaba un doble-doble en los primeros 24 minutos (10 tantos y 9 rebotes, además de 3 tapones). Pero el resto del equipo, salvo Cedi Osman desde el banquillo, no acompañaba.

La segunda parte fue un esperpento local. Más si cabe que la primera. Wemby desapareció, Devin Vassell y Keldon Johnson intentaron tirar del equipo en algún momento concreto pero el nivel de estos Spurs es tan bajo que no hay nada que hacer. Muy mal lo tiene que hacer el rival para que tengan oportunidades de ganar. Y los Pelicans se lo tomaron en serio hasta el final. McCollum (29 puntos) e Ingram (26) completaron la exhibición de la primera parte, mientras Jonas Valanciunas se ponía las botas bajo los tableros (16 tantos) en una noche en la que los Pelicans ni siquiera necesitaron la versión top de Zion Williamson para arrasar a un rival que se va arrastrando por las pistas el 99% de las noches.

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