50 más de Antetokounmpo

Los Pelicans pasa, indudablemente, por un momento complicado en esta franja de la temporada. El regreso de Brandon Ingram no ha sido suficiente, estando todavía fuera Zion Williamson y haciendo una baja más crucial que otra, para cortar la racha en la que se han metido este mes. En enero han ganado sólo tres partidos y han disputado dieciséis. Ahora mismo son ocho derrotas consecutivas. No hay mucha duda de que alguien debe tocar algo dentro de ese engranaje para hacer que vuelva a funcionar.

En el Fiserv Forum, ante un favorito de la conferencia contraria, cayeron 135-110 y el récord cae cerca del fifty-fifty: 26-25. Fue imposible para los de NOLA sostener el poder de Giannis Antetokounmpo y no es la primera vez. El griego, en esta ocasión con un buen 3/4 en tiros de tres y un esplendoroso 17/22 en tiros de dos, se fue hasta los 50 puntos. Es la quinta vez que alcanza ese nivel en un partido de la NBA y el segundo de este mes. Jrue Holiday definía de esta manera cómo el MVP de los Bucks se encarga de que todos se sientan arropados por él: “Todo el mundo se sube a sus hombros y se congratula del viaje. Si nos la pasa, hay que meterla; pero, en la mayor parte del juego, ya sabemos quién va a cargar con nosotros”. En esta ocasión Anteto lideró a los locales hacia un 55% de acierto en tiros de campo, que claramente se alzó como una de las claves de esta victoria.

Los Bucks están ya, si es que alguna vez lo han abandonado, en ese paso ligero de todo un aspirante al título. Ahora llevan seis triunfos en siete partidos y cuatro de forma consecutiva. La superioridad dentro de la zona, sumando casi veinte rebotes más y añadiendo el dato al anterior de los porcentajes en ataque, machacó a los Pelicans y ya les había ocurrido antes con los de Wisconsin. Dolores no mitigados que condenan. El parcial matador del principio, por ir con menos energía, tampoco les ayudó.

Anteto abrió pista, desplegó su característico físico por el largo y ancho del parqué y eso ayudó a que sus compañeros remataran las jugadas que él no podía. Una perfecta ejecución del perfil que él representa en la NBA, no sólo en su conjunto. De tirarle un alley-oop a Lopez para empezar a dominar marcando los pasos y protegiéndose con la coraza. Pasando por un 8-0 y un 14-2 se llegó pronto al 37-19 en el primer cuarto. ¿Cómo? Con el genio de nacionalidad griega aprovechando cada duelo individual para castigar la falta de ayudas de los Pels en defensa. Tres minutos de respiro en ese parcial inicial, en el que Holiday y Middleton pudieron protagonizar, y a seguir. El camino ya estaba hecho y sólo había que andarlo. De nuevo sin Serge Ibaka, apartado hasta que se encuentre un nuevo equipo para él. El otro español de este enfrentamiento, Willy Hernangómez, tampoco tuvo minutos, ya que Green se decidió a dar relevo a Valanciunas con Nance y Hayes, en lo que vuelve a ser una tendencia peligrosa. La respuesta visitante, muy insuficiente. Ocho de los nueve que jugaron anotaron al menos seis puntos, siete alcanzaron los dobles dígitos; números, sí, ¿y qué? Giannis sí hizo estadísticas de las que valen para ganar: dominio de la distancia, el cuerpeo y la posición de los compañeros, matador en el poste alto, dando la sensación de que nadie podía defenderle apropiadamente y haciendo jugar cuando se cerraban sobre él. La distancia se abrió en la parte final del segundo cuarto y no volvió hacia atrás. Con todo ello llegó la 20ª de Milwaukee en su hogar.