Kessler pensó que iba a ser traspasado cuando le llamó EE.UU.

Walker Kessler (2001, 2,13) fue una de las grandes sorpresas positivas la temporada pasada. En uno de los grandes traspasos de la agencia libre, el jugador que había jugado en los Tigers se movería de Memphis, equipo que le drafteó, para recalar en Utah Jazz. Allí, el jugador elegido en el pick número 20, empezaría a despuntar lo que le permitía poder formar parte de los doce que estarán bajo los mandos de Steve Kerr.

Utah Jazz se llevó una gran sorpresa cuando uno de los jugadores que entraron en el intercambio por Rudy Gobert, empezó a despuntar en esta temporada. En el mes de febrero sería elegido mejor rookie de la Conferencia Oeste. Un mes antes conseguiría un partido con 20 puntos y 21 rebotes, primer doble-doble de 20-20 de un novato en la historia de los Jazz. Al finalizar la temporada, acabaría entrando en el mejor quinteto de novatos de la NBA. Comenzaría la preparación de cara a la temporada 2023/2024, cuando durante un entrenamiento fue llamado por su entrenador Will Hardy:

“Estaba haciendo ejercicio, y J.Z. (Justin Zanik, mánager general) sale a la cancha y dice: ‘Walker, para. Necesito que respondas esta llamada.’ Así que me estaba volviendo loco. Y yo: ‘No sé lo que está a punto de pasar. ¿Estoy a punto de ser traspasado?’ Todo me pasaba por la cabeza, y él dijo: Es el entrenador Will Hardy. Yo estaba como, Oh, está bien. Así que tomé el teléfono y el entrenador dijo: ‘Hola, capullo. ¿Qué estás haciendo?’ Yo estaba como: ‘Estoy entrenando, entrenador’. Él estaba como: ‘Bueno, solo quiero felicitarte por formar parte del equipo de EE.UU.’ Y yo estaba como: ‘¡Oh! Definitivamente me quedé un poco sin palabras, pero expresaron sus felicitaciones, y aquí estoy”

A diferencia de su papel en la franquicia de Utah, donde su puesto de titular lo tiene asegurado, en el equipo estadounidense no ha encontrado su sitio. En los partidos de preparación celebrados en Málaga, ambas pruebas de fuego para los de Steve Kerr tuvo una presencia testimonial. El baloncesto FIBA donde la velocidad y el juego exterior penaliza a grandes dominadores del perímetro. Situación conocida por Steve Kerr que ha decidido colocar tanto a Jarren Jackson Jr, Paolo Banchero y Bobby Portis, jugadores más acostumbrados a una posición de “4″ como pívot. Jugadores con potencial dentro de la pintura, en el perímetro, y con un buen tiro de exterior, que permite tener a las defensas más abiertas. La ausencia de grandes dominadores en el perímetro como Jokic y Giannis, no obliga a tener mucha altura para defender a los interiores del resto de países.