MUNDIAL | ESPAÑA 69 - LETONIA 74

España, al límite

La derrota contra Letonia revienta el plan de la Selección, que sólo pasará a cuartos si le gana este domingo a Canadá. Una derrota condenaría a España a jugar un Preolímpico diabólico.

ALBERTO NEVADO

Primero, las cuentas, que son bien sencillas. España sólo estará en los cuartos de final del Mundial de baloncesto si gana este domingo a Canadá (15:30 horas). A esta situación se ha llegado después de un viernes inesperado en Yakarta, donde pasó todo lo contrario a lo que se suponía que debía pasar. La Selección perdió contra pronóstico contra Letonia (69-74) después de tirar a la basura doce puntos de renta: y horas después, Brasil sorprendió a Canadá, que había hecho 108 puntos de media en la primera fase y no pasó de 65. Los pronósticos saltaron por los aires y dejaron un escenario muy curioso. Los partidos del domingo son como unos octavos de final puros. Los ganadores de los partidos Brasil-Letonia y España-Canadá tendrán plaza en los cuartos. Los perdedores estarán eliminados. Así que uno de los dos favoritos del grupo saltará por los aires el domingo.

España asistió desde el hotel Fairmont de Yakarta al impacto de la victoria de Brasil cuando casi ni se había recuperado de su trompazo. Una victoria de Canadá le habría permitido, tal vez, jugar ante un rival más relajado. Y, además, siempre le dejaba una carambola. Si Brasil ganaba a Letonia por una distancia entre uno y 31 puntos, aunque eso fuese improbable porque teóricamente iba a estar eliminada, la carambola le metía.

Ahora, las cartas están sobre la mesa. De golpe y porrazo, España se ha quedado sin comodines y está al filo del abismo. Una eliminación antes de cuartos resultaría un golpe durísimo para un equipo que no sólo defiende el título mundial. También es el número uno del ranking y el campeón de Europa. El varapalo también dejaría un escenario incómodo con vistas a los Juegos. España debería jugar un Preolímpico diabólico, al que acuden 24 selecciones estructuradas en cuatro grupos de seis equipos de los que sólo irán a los Juegos de París los ganadores de cada grupo. Una empresa titánica que, además, obliga a ampliar la concentración más días, lo que supone un esfuerzo extra del jugador... Un escenario en el que nadie quiere ponerse.

España apenas tuvo tiempo para el lamento. Por la noche, los ayudantes de Sergio Scariolo (Luis Guil, Ángel Cañete y Víctor García) empezaron a cortar jugadas de Canadá, a la que se vio algo encogida contra Brasil, pero que seguramente no vuelva a tener otro día malo. Dentro de la expedición española había decepción porque nadie se esperaba el varapalo. A España le pudo la tensión y nunca se reconoció en el partido.

Scariolo tiene varios trabajos por delante. El primero, la defensa. Pese a encajar 74 puntos, que no es una barbaridad, España dio señales de debilidad contra Letonia. Especialmente en el rebote, que se dejó ganar (34-36) por la cuarta peor selección en capturas del torneo. El porcentaje de tiros libres volvió a ser bajísimo (once fallados, 64,5% de acierto) y las pérdidas, demasiadas, 16. Y hubo problemas de creación de juego en el último periodo. Pero tal vez el mayor trabajo que tenga Scariolo con vistas al domingo es recuperar la confianza y el espíritu, el famoso muro. Los Hernangómez y Abrines están obligados a más; y hay que llenar de confianza la mochila de Núñez y Aldama. Pero las mejoras individuales pasan porque España recupere sus huellas como equipo..., y Familia.

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