El campeón se cae del trono

El destino le tenía guardada una jugada macabra a la Selección en Yakarta. El campeón se cayó del trono y no podrá defender su condición de campeón del mundo en la fase final de Manila después de perder (85-88) contra la Canadá de Jordi Fernández y Shai Gilgeous-Alexander. Eliminado en la segunda fase, la derrota tuvo un punto muy cruel porque España se trabajó bien el partido y fue por delante gran parte del mismo. Pero, al final, en el tiempo de los grandes, apareció Shai y la moneda salió cruz en el último triple de Abrines, que tal vez merecía mejor suerte. Este es el deporte; y España, la campeona del mundo, se va con una decepción, pero también con buenas noticias. El partido de este domingo en el Indonesia Arena quedará marcado para jugadores como Núñez y, sobre todo, Santi Aldama (20 puntos) que dieron un buen golpe en la mesa y, seguramente, hayan llegado para quedarse.

El desenlace resultó cruel porque España había trabajado muy bien durante toda la película del partido, un thriller magnífico de baloncesto. El hasta este domingo campeón del mundo se marchó al descanso con un magnífico 48-38 en el que bordó el plan de partido de Scariolo, manejó los tiempos de la única manera que era posible para neutralizar a Canadá; y en el que, al fin, explotó el MVP del Eurobasket. Willy estuvo desbordante, con 18 puntos y 5 rebotes. El mayor de los Hernangómez tomó siempre la decisión correcta, estuvo concentrado desde el tiro libre, continuó bien las acciones de los compañeros, forzó faltas. Con una producción anotadora estable de Willy, la vida es más fácil. El nuevo pívot del Barça contó con la inestimable colaboración de Abrines. Con dificultades para encontrar la salida de los bloqueos durante el torneo, esta vez sí se hizo el espacio suficiente para anotar de tres. Y los jóvenes estuvieron brillantes. Demostrando personalidad para superar el partido contra Letonia, Núñez dirigió con estilo y soportó que los canadienses le buscasen en cada ataque para que enseñase debilidad. Y Aldama jugó unos minutos primorosos en el segundo cuarto. Valiente para tirar de tres e ir a la penetración. En defensa, Scariolo varió las defensas al fenómeno Gilgeous-Alexander (Abrines, Alberto, zona o individual con ayudas como al final del segundo cuarto). Aun así, al descanso ya andaba en 13 puntos el de Oklahoma. Pero no se le veía especialmente cómodo. Como al resto de la selección de Canadá, en la que Dillon Brooks y Barrett acumularon tres personales. El 48-38 del descanso en el Indonesia era esperanzador, pero nada definitivo. Había que seguir ensuciándole el partido al fenómeno Shai Gilgeous-Alexander.

Canadá apretó en defensa al inicio del tercer cuarto, que ya empezó con mal pie con una falta en ataque de Abrines. En menos de cinco minutos, la Selección había perdido toda la renta. Las luces se habían apagado en ataque y los de Scariolo entraron pronto en bonus de personales A poco más de cinco minutos para el final del tercer cuarto, la selección de Jordi Fernández ya había adelantado (52-53). Un triple de Rudy, que como bonus-track sacó una falta de ataque, dio un respiro a la Selección, que estaba pasando un mal momento. Y, de pronto, sonó un trueno. Era Santi Aldama. En unos segundos mágicos la Selección firmó un parcial de 7-0 le puso 69-61 en el minuto 29 y un alley-oop de Garuba llevó el partido a un espectacular 73-61 al final del tercer cuarto. Otra vez, los 12 puntos del partido contra Letonia.

Quedaba mucho por sufrir aún. Y por lamentar. España intentó agarrarse como pudo a la diferencia que había construido con tanto esfuerzo, pero Canadá estaba cada vez más cerca. Un triple de Alexander-Walker puso 78-74 a Canadá a menos de tres minutos para el final. Otro final de drama para un partido memorable. Willy falló un tiro a tabla fácil y Shai anotó un dos más uno que puso a Canadá a un punto a 1:51 del final (78-77)- Willy anotó los dos tiros libres pero Brooks, importantísimo en el partido, anotó un triple y el partido se fue al último minuto con 80-80. Shai Gilgeous-Alexander, el fenómeno canadiense, terminó de darle a Canadá el pase a cuartos, que incluyo el pasaporte olímpico, y el estacazo a la Selección, que no podrá defender su título en Manila. El campeón cedió el trono haciendo sólo 12 puntos en el último cuarto y cediendo exactamente esa renta, como ante Letonia, pero lo hizo con el corazón y entregando todo lo que tenía. Han dado mucho a la historia del deporte del país y, como poco, merecen un aplauso. Tengan por seguro que volverán.