Mumbrú: “Siempre tendré un cariño increíble a Miribilla”

No es un partido más para Mumbrú. El domingo llega a Miribilla, allá donde reposa una camiseta con el 15, su número durante nueve años en el BEC y en el actual hogar del Bilbao Basket. Está al lado del 14 de Salgado, otra de las leyendas del club. Vuelve como entrenador del Valencia, mucho más asentado en La Fonteta tras su visita el curso pasado en pleno amanecer de la temporada, con una derrota por su parte. Nueve años de jugador y cuatro de entrenador desatarán la nostalgia del preparador barcelonés. Se le agolparán los recuerdos de todo lo vivido en la ciudad del Guggenheim, desde el esplendor hasta la casi desaparición de la entidad. El lugar donde han nacido algunos de sus hijos, donde siguió en primera línea del baloncesto español, donde descendió en el adiós al baloncesto y ascendió ya con una pizarra, pues aquí se forjó como entrenador. “Valencia es una ciudad fácil. Ya sabéis que amo Bilbao, y que me hice muy rápido y me trataron muy bien. Aquí igual el clima es mejor, eso es indudable, pero poco a poco te vas adaptando”, comenta en Radio Bilbao.

Antes de esa cita en Miribilla tiene que afrontar mañana en la Euroliga otra ante el Olympiacos. Están lesionados los cincos, Toure y Davies, pero anuncia que no van a fichar. Se barajó que iba a reunirse de nuevo con Delgado, pero lo desmiente. “Cuando hay doble jornada en Euroliga no te da tiempo más que a ver un par de vídeos y preparar un poco a lo que vas a jugar. Esta vez, tendremos la posibilidad de entrenar un par de veces antes del partido contra Bilbao Basket. Cuesta mucho volver a la liga ACB porque tiene un gran nivel y te encuentras siempre con una gran competencia delante”, desvela el preparador catalán.

El inicio en club tan grande no fue sencillo y aún nota la presión en cada cita en el coliseo taronja. “Nosotros tenemos que intentar ganar, aunque sea un palo para Bilbao, que tiene muchas finales por delante, al igual que nosotros. Guardas un cariño que se hace más presente al volver a Miribilla, siempre tendré un cariño increíble. El año pasado fue todo muy reciente. Me acababa de instalar en Valencia, el partido fue en las primeras jornadas de liga, el equipo estaba en construcción. Ahora todo lo tienes más controlado, pero todo el mundo sabe que ir a Miribilla, y yo lo tengo muy claro, no va a ser un partido fácil. El ‘efecto Miribilla’, la afición, todo eso juega en favor de Bilbao Basket. Se juegan mucho, juega muy bien a baloncesto y nos va a exigir que estemos bien”, afirma el exjugador internacional.

En Bilbao era casi el ‘jefe’ del proyecto y ahora debe adaptarse a una realidad más compleja. El equipo valenciano está en puestos de Top 8 de Euroliga (13 victorias y 12 derrotas), y es quinto en la liga ACB (13-8). En total, 26 victorias en 46 partidos, pero esto no contenta del todo a su afición. “Esto va como todo. Cuando ganas te aplauden más, cuando pierdes, menos. Es una afición exigente, que quiere ver a su equipo ganar, algo que es normal. También nosotros somos exigentes y queremos ganar todos los partidos, pero a veces hay malos momentos y otros son buenos. Cuando alternas dos competiciones, alternas momentos buenos y no tan buenos, es lógico que la gente quiera que su equipo gane. De momento estamos vivos en todas las competiciones. La semana que viene jugamos la Copa y trataremos de llegar lo más arriba posible”, señala Mumbrú.

Álex sigue por obligación y devoción al Surne Bilbao Basket, y muchas veces su corazón le impulsa a alentar al ahora equipo de Ponsarnau. “Queda poca gente de cuando yo estuve allí. Reyes: Rigo, Salgado y Rafa Pueyo, pero lo que no desaparece es el ADN, la esencia que deja siempre Bilbao Basket. Desde Javi Salgado, hasta Lucas Recker... luego me tocó a mí y ahora a los que vayan llegando. Es un equipo que ha aprendido a luchar hasta el final y da igual los jugadores que estén. Siempre se ve ese detalle” concluye.