Mucho Mónaco para un mal Barça

Vaya por delante que el Mónaco tiene un plantel descomunal, quizás el más talentoso de la Euroliga, pero es que los de Spanoulis supieron cómo hacerle daño al Barça independientemente de la calidad de sus jugadores. Y eso, ante un equipo completísimo como es el monegasco, se convirtió en una tragedia. Los visitantes mandaron de cabo a rabo, del uno al cuarenta, ante un Barça minimizado, roto, frustrado y falto de fondo de armario. Pascual se rebeló hasta su exclusión en el tercer cuarto, fruto de la impotencia de verse superado ampliamente en el parqué y de algunas decisiones arbitrales cuanto menos controvertidas. Solo Brizuela y Norris dieron la talla en una terrible actuación de Punter. Noche negra en el Palau.

El 5-13 de salida fue solo un preludio de lo que sucedió durante los dos primeros cuartos, con un Mónaco que destrozó al Barça en la pintura. Supieron defender perfectamente tanto por dentro, donde el Barça directamente dejó de intentarlo, como por fuera. Los azulgranas tomaron los tiros que les dejaron los visitantes, muchos de ellos más cerca del centro del campo que de la línea de tres. Con Vesely renqueante y Laprovittola fuera de ritmo, las ideas se le acababan a Pascual.

Entre Jame, Strazel y Mirotic, ovacionado en el Palau, agrandaron la diferencia hasta unos números impropios para este Barça (15-32). Mónaco jugó muy cómodo en ataque y serio en defensa, reaccionando a cualquier conato del Barça de meterse en el partido. Solo Brizuela y Norris sumaron para los suyos, que se volvieron a hundir tras un 7-0 de parcial que les acercó en el electrónico. Se vio, por primera vez desde que Pascual está en el banquillo, a un Barça sin ideas. Dos robos y cuatro puntos al borde del descanso maquillaron el resultado antes de irse a vestuarios (30-47).

Trató el Barcelona de remediar el desaguisado de la primera parte con una mayor intensidad en el campo, con Fall como recurso para parar la sangría por dentro y apostando en ataque por un Brizuela entonado. Además, sumó la primera canasta Kevin Punter. Redujeron la ventaja a diez puntos, se animó el Palau y la fe en la remontada se apoderó de los presentes (40-51). La exclusión de Pascual (tras un 3+1 sobre James que tiró dos libres adicionales) no hizo sinó encender todavía más a la grada, que protestó mucho a los árbitros tras otra técnica a Zorzano. Pero no solo de energía se vive en el baloncesto, y la renta de Mónaco, ahora ya más dubitativo, todavía era grande (53-69).

No duraron mucho los minutos irregulares del Mónaco, que pronto recordó lo bien que estaba moviendo el balón en ataque para encontrar tiros liberados (56-75). Ni en un partido ya roto, los visitantes fallaron más de lo habitual, pudo el Barça soñar con ganar el partido. A cuatro del final, todavía perdían de 16 (61-77). Diferencia que se mantuvo prácticamente intacta hasta el último minuto.

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